Parte 9

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18/10/22

El martes había comenzado un poco más caótico, y temprano, de lo normal. El Ratón Ayala pasó buscando a Lionel a eso de las seis de la mañana para seguir el viaje a Río Cuarto.

Lionel por supuesto dejó sus cosas en Lucía y solo había llevado lo esencial, después de todo iba por ese día.

...

—¿Que hacen acá?—sonrió entre lágrimas un Pablo Aimar bastante emocionado en la sala velatorio de la casa fúnebre—.
—Estás loco si piensas que te íbamos a dejar solo, payasito.—soltó un Lionel Scaloni también un poco emocionado mientras lo abrazaba—.
—Para eso estamos, compañeros y amigos por sobre todas las cosas.—sonrió un Walter Samuel mientras ponía una mano en los hombros del menor y lo estrechaba en sus brazos—.

Y así fueron abrazándolo cada miembro del cuerpo técnico que había ido, haciendo sentir a Pablito un poco menos solo. Definitivamente iba a ser un día durísimo para él, pero sus amigos harían todo mucho más fácil, o menos difícil, de llevar.

...

El entierro fue lo más complicado lejos. Es el momento en el que a la persona le toca asumir que no vas a ver a ese ser que tanto amas nunca más, al menos físicamente.

Pablo, Laura y Andrés se mantuvieron abrazados junto a su padre todo el tiempo que duró la sepultura de su madre. Se sostuvieron  los unos a los otros y acordaron mantenerse fuertes para lo que quedaba del año. Es lo que a ella le hubiera gustado.

...

Un almuerzo improvisado había surgido en lo de Laura, hermana de Pablo, y todo el grupo se encontraba ahí tratando de sobrellevar la situación y al menos distraer a los Aimar del triste momento, recordando anécdotas de Mary y hablando del mundial que estaba pronto a empezar.

—Si necesitas tiempo, te lo podes tomar Pablito. Nosotros nos encargamos de todo—dijo Martín Tocalli mientras comía su budín de pan—.
—Si boludo, no te hagas problema por eso—dijo Luis Martín sonriendo comprensivo—.
—Somos buenos dentro de todo—tiró gracioso Lionel—.
—Capaz me tome libre esta semana para estar con mi familia y la semana que viene continuamos con las planificaciones, necesito hacer cosas que me hagan bien y me mantengan ocupado. Trabajar para la selección y con ustedes es una de ellas.
—Como vos quieras Pablito, cuentas con nosotros—sonrió Matías Manna—.

...

—Si vieras como lo tienen a Lionel, paya—sonrió burlón Cabeza—.
—Uh, ya van a empezar—rodó los ojos Lionel—.
—Si amor, te espero, te quiero Lu. Mua mua—tirando besos al aire dijo el Ratón—.
—Está hecho un adolescente, te está metiendo los cuernos me parece a mí—dijo riendo Luis Martín "el profe"—.
—No te la puedo creer Gringo, que terrible sos—río Pablo mientras Lionel negaba con la cabeza derrotado—.
—Te mandó sus condolencias y un abrazo, por cierto.
—¿La famosa Lucía?—Lionel asintió—quiere mi bendición, por eso—dijo un Pablo muy divertido y ya de mejor humor—.
—Ponele—sonrió Lionel y giró sus ojos—.
—No sé, ¿Que opinan ustedes muchachos?—soltó Pablo mientras los demás reían—.
—No me quemeees—rió Scaloni—.

Después de un par de postres y cafés, el ambiente se había aligerado y todo estaba mucho mejor. Las conversaciones ahora incluían nombres de jugadores y tácticas.

—Igual, no hay que confiarnos. Estos de Arabia Saudita pueden ser peligrosos, tienen un delantero muy bueno.
—Me lo dijeron si, vamos a ver qué sale—dijo un Walter concentrado anotando estrategias y un par de nombres en sus notas del celular—.
—El Dibu se los quiere comer crudos a todos, no sabe que hacer con tanta ansiedad ya—negó Tocalli el entrenador de arqueros—.
—Es tremendo ese, hay que ultimar detalles de la lista de convocados también—tiró el Profe—.
—Hay un par de cables que atar, pero todos ya sabemos quienes son los convocados ¿no?—dijo Pablo—.
—Esto es fútbol, todo puede cambiar en una fracción de segundo.
—Ponele onda Gringo, relájate.

Traductorª || Lionel ScaloniDonde viven las historias. Descúbrelo ahora