Estaba en la cocina preparando algo para desayunar ya que mi madre estaba en su oficina de trabajo y mi hermana; Daisy, se encontraba en la universidad. Yo estaba allí sola así que decidí aprovechar el día al máximo. Me hice unos panqueques y serví jugo de naranja para desayunar. Cuando terminé, dejé la cocina limpia y subí a mi cuarto. Me cambié de ropa y salí a caminar al parque, a esta hora no hay muchas personas allí.Caminé alrededor del parque y me senté en una banca del mismo, me quedé observando la hierba mientras escuchaba música por mis auriculares.
Estaba pensando en que en media hora debía ir a la universidad, así que después de descansar por unos 10 minutos en la banca que estaba sentada, me paré de allí y me dirigí a mi hogar. Tomé una ducha y me alisté para ir a la uni.
Tomé mi primera clase y luego me dirigía al aula de mi segunda clase, cuando entré, me senté al lado de Evan; el asiento que me habían asignado porque era el único que quedaba vacío por llegar tarde en mi primer día.
—Ya tengo una idea de cómo hacer que Ryan pare de molestarte todo el tiempo — murmuró Evan.
—Genial, ¿quieres contarme? —pregunté con intriga.
—Por supuesto, pero creo que debería ser después de la clase.
—Está bien, espero que no tenga nada que ver con violencia.
Vi que el abría los labios para decir algo pero fue interrumpido por la maestra.
—Señorita Brown y joven Pierce, ¿quieren compartir con la clase su interesante conversación?
Nos miramos en silencio hasta que él respondió.
—No maestra, estamos bien.
Después de eso prestamos atención a la clase hasta que al fin finalizó, era una de las clases más aburridas. Cuando salimos, Evan estaba esperándome en el pasillo para contarme su idea.
—Bien, cuéntame tú brillante idea — dije sonriendo, mientras miraba el reloj, en 5 minutos empezaba mi próxima clase.
—Izzie, no se cuál será tu opinión acerca de esto, y no estoy muy seguro de si te gustara.
—Oye, cuéntame, pero hazlo breve que en 3 minutos inicia mi siguiente clase.
—Es que... —noté que se ponía nervioso por cómo tronaba sus dedos.
—Izzie, si quieres solo olvídalo y yo pensaré en otra cosa— dijo él con un ápice de arrepentimiento.
¿Qué le pasaba? ¿Por qué estaba tan nervioso? Nunca había visto an Evan actuar de tal manera, siempre le había notado muy seguro de sí mismo.
—No, Evan vas a contarme — respondí entrecerrando los ojos.
Él parecía que se preparaba mentalmente para hacer explotar una bomba.
—Mi idea es que podríamos fingir ser novios y así ya no te molestaría —soltó él, de un tiro.
Yo abrí los ojos sorprendida, estaba en shock. Me parecía una fatal idea pero a la vez sabía muy bien que Ryan dejaría de molestarme o eso me suponía.
—No, eso definitivamente no podría funcionar. No, yo no haría algo así— dije sin saber muy bien que decir.
Volví a mirar mi reloj y mi clase empezaba en... ¿un minuto? Oh, por Dios. Salí corriendo hacia mi salón y le hice señas an Evan de que hablaríamos después, mientras él asentía con la cabeza.
***Ya había tomado todas mis clases de ese día así que llamé a mamá a que pasará por mi y yo la esperaría en el estacionamiento.
Mientras esperaba a mamá vi el coche de Ryan y a él que se bajaba de allí. Asustada, di tres pasos hacia atrás por intuición, pero tropecé con alguien que estaba detrás de mi, me volteé para pedir disculpas pero era Evan.
Bendito sea, siempre te salva, ¿no Izzie?
Evan me miraba confuso, hasta que vió a Ryan y lo entendió todo. Me tomó por el brazo suavemente para acercarme un poco más a él.
—Sígueme la corriente — susurró en mi oído y yo asentí con la cabeza.
—Hola, amor. ¿A donde ibas? — dijo Evan.
Yo lo miraba con confusión sin entender nada. Oh, no, ¿Íbamos a fingir ahora? en este preciso momento?
—Oh, iba a... buscarte —dije siguiéndole la corriente a Evan, Dios, ¿por qué le estaba haciendo caso?
—Bésame —susurró en mi oído.
—¿Qué? —dije abriendo los ojos como plato.
No pude decir nada más cuando sentí sus labios encima de los míos, yo estaba impactada, pero sin embargo, no lo detuve. Nuestros labios danzaban, sincronizados como si estuvieran bailando una hermosa melodía.
Cuando él se separó, me miraba como si estuviera encantado. yo iba a reclamarle por lo del beso pero no pude, Ryan le había empujado y luego iba a acercarse a mi cuando vi que Evan estaba dándole puñetazos como si Ryan fuera solamente un saco de boxeo y no le estaba costando nada. Yo estaba alterada, todo esto era una completa locura, parecía una pesadilla.
Evan dejó de golpear a Ryan, Evan no tenía ni un solo moretón, en cambio Ryan estaba todo ensangrentado por la nariz y boca.
—Más te vale que no vuelvas a acercarte a Izzie o lucirás peor —dijo Evan.
—Esto no se quedará así.
Vi cómo Ryan decía esas palabras y subía a su coche, casi sin fuerzas para mantenerse de pie.
Evan estaba parado sin decir nada y yo lo miré con cara de desaprobación, le dije que no quería que hubiera violencia y aún así no me hizo caso, ya recuerdo porque no nos llevábamos bien. Él es todo un cabezota.
En ese instante vi el coche de mamá y corrí hacia ella, subí al coche y fuimos a casa. Mamá me había estado interrogando sobre Evan, creía que éramos algo, pero yo no podía dejar de pensar en el beso y luego la horrible pelea que tuvieron. No quería estar cerca de ellos nunca más.
Llegamos a casa y fui directamente a mi cuarto, cuando entré, Daisy estaba sentada en mi cama.
—Oh, Dios. Daisy, me has asustado —dije agarrándome del marco de la puerta.
—Ay hermana, no seas tan dramática —dijo ella con una sonrisa malévola —Quiero proponerte algo.
—¿Matrimonio? No, gracias, paso —dije sarcásticamente.
—Es en serio, me invitaron a una fiesta y dijeron que todos podemos llevar a un invitado, entonces ¿quien mejor que tú?
La miré por unos segundos y negué con la cabeza.
—Izzie, no te estoy preguntando, vas a ir o ¿acaso vas a dejar que tu hermana vaya sola?
Odio que me manipule de esta forma, ella sabe que no la dejare ir sola si me pone esa cara.
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Lo que empezó aquel día
RomanceIzzie Brown conoce a Evan Pierce y su vida da un vuelvo inesperado. ¿Qué pasará? ¿Pueden los opuestos realmente atraerse?