Capítulo 13

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Evan:

En la universidad intenté varias veces acercarme a Izzie para pedirle disculpas, pero sin embargo, ella me evitaba. Pensé que tal vez en el receso podía acercarme, así que justo así lo hice. Ella se encontraba sentada con un chico que nunca había visto, ¿quién diablos era?

Oh, oh. Estas celoso.

Sí, sí lo estaba y no lo podía evitar, me había enamorado de Izzie desde el primer día en que la vi en aquella fiesta que yo mismo organicé y siempre he actuado cómo un idiota con ella, incluso ese día que la empujé y luego simplemente le hacía creer que le odiaba, agh, absurdo ¿no? Luego no podía vivir sin verla, admito que siempre intentaba encontrarme con ella y que no era solo casualidad. Obvio, ella nunca lo sabrá y mucho menos de lo mal que me puse el día que salió con Ryan a las montañas daffodil y me enteré de que eran novios.

Me acerqué a la mesa donde estaban y le pregunté que si podíamos hablar un momento, ella se levantó del asiento y se dirigió hacia mi, estaba enfada y lo entendía perfectamente, digo, yo la había besado.

Intenté pedirle disculpas pero ella no las aceptaba, oh Dios, ¿qué debo hacer? Por un momento pensé en lo que Shane me había dicho y al parecer pensé en voz alta.

—Me he enterado de que te haces la fuerte diciendo que lo del beso fue un error pero que en verdad te gustó.

Ay no, ¿qué dije? La hice sentir avergonzada, ella estaba sonrojada. Soy un desastre realmente.

Pero que linda que se veía así ¿no Evan?

¿Qué? No... yo no...

Observé lo hermosa que se veía cada vez que se ponía roja con las cosas que le decía.

—No me mientas Izzie, estás roja —solté sin más, ¿por qué ella simplemente no me decía la verdad?

—Evan, no quiero hablar más.

Observé cómo se dio la vuelta y yo hice lo mismo después de mirarla por unos segundos.

Volví con Shane, y le estaba hablando sobre montar una fiesta pero tuve que dejar la idea de lado porque Shane tenía demasiadas cosas que hacer. Me quedé pensando por un rato y supuse que debía ir a la casa de Izzie y tratar de pedirle disculpas nuevamente, ni siquiera sé por qué me enfoco en que me perdone.

Porque te has pillado de ella.

Aveces quisiera cambiar de conciencia, aunque bueno, era la verdad pero en otras ocasiones diferentes no ayuda mucho que digamos.

Escuché el sonido de timbre de notificación, proveniente de mi móvil. Era Mara; mi exnovia. Ha estado siendo muy insistente estos días, dice que me ha notado algo pillado y que quiere saber quien me tiene así de enamorado.

«Mara, te dije que lo olvides, ¿si?» es lo que le he estado diciendo y la misma respuesta a su mensaje.

Luego fui a casa de Izzie, sé que he sido muy obstinado con eso de que quiero que me perdone, y es así, pero también debo admitir que es una excusa para poder verla lo más que pueda. Golpee la puerta suavemente, algo nervioso y sin preparar un guion para saber que decirle. Si no me salen las palabras, espero que ella no me vea como a un bichito raro que se queda solamente mirándola. No tardó mucho en abrir, tenía el pelo atado en un moño alto, llevaba un camisón y unos pantalones jean cortos que dejaban sus piernas descubiertas, a la vista. ¿Por qué tenía que ser tan linda? Entré a la casa sin más y me senté en su sofá.

Lo que empezó aquel día Donde viven las historias. Descúbrelo ahora