Lo que empezó aquel día

Capítulo 8

Bueno, hoy era otro día agotador en la universidad, suerte que ya había terminado mi día allí e iba a ir a casa, llamé a un taxi para irme porque ni de coña iba a volver a llamar a Ryan, imagínate que se vuelva otro lío. Ni loca iba a llamarlo para que ocurriera lo mismo.

El taxi llegó y entre al auto, el taxista era un señor de edad media al parecer, durante el trayecto para llegar a casa el señor venia contándome historias que habían pasado en su larga vida según él. Todo fue muy gracioso, y a pesar de estar agotada me sentí muy bien al hablar con ese señor y reí mucho. Al llegar a casa me despedí del señor y abrí la puerta de casa con mis llaves.

Saludé a mamá quien estaba sentada en el sofá.

—¿Cómo te ha ido hoy, hija?

—Muy bien, mamá— respondí y subí a mi cuarto.

Una vez allí me tumbé en la cama, mirando el techo hasta que escuché una notificación en mi celular.

        *mensaje de Ryan.

—Hola Izzie, ¿ya saliste de la universidad?

                                                            —Sí, Ryan ya me encuentro en mi casa.

—¿Y por qué no me pediste que pasara a por ti?

                                                          —Solo me encuentro agotada, Ryan.

—Es por lo de ayer ¿cierto?

                                                          —No, ¿por qué crees eso?

Definitivamente sí era por lo de ayer y además no me apetecía hablar ni ver a Ryan hoy, ¿qué me pasaba? Pues la verdad es que Ryan no es lo que yo esperaba o creía que él era, reímos y nos divertimos juntos pero no es exactamente la persona que yo creí que debía de ser mi "novio".

Hablando de todo, estoy algo preocupada por Evan no asistió a clases hoy y es un poco extraño, según se estuvo comentando hoy en clases, él es el típico chico que casi no falta a clases y aunque no debería importarme nada acerca de él, ayer se comportó amable conmigo y se preocupó o eso creo, y por alguna razón también estoy preocupada quiero saber que ha pasado, tal vez solo sea mi lado chismoso intentando averiguar que pasó con él.

De todos modos le preguntaré mañana si es que asiste.

Fui a la cocina, tomé una taza de café y volví a mi habitación a leer.

                                                          ***

Ya era nuevo día, debía asistir a clases aunque no quería. Me desperté quejándome.

—Agh, ¿en serio debo ir a clases?

Me senté en la cama y abrí las cortinas para que entrara un poco de luz solar, luego tomé una ducha y me aliste para irme a la universidad

Una vez allí, busqué a Evan por todos lados y cuando di con él, entonces le pregunté:

—¿Por qué no asististe ayer a clases?