AmO sEr Tu mAsOquistA // Errorink

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Era viernes, mañana sería el día tan esperado: la boda de Blue y Dust.

No solo eso, oficialmente se cumple una semana de estar sacando a Dream a citas. Ciertamente no fue complicado tener temas de conversación o que tuvieran química, después de todo eran mejores amigos. No obstante, es muy diferente tener salidas amistosas a claramente tener citas románticas.

Ink se estresaba cada vez que salía con Dream, sabía que Error los miraba desde muy lejos. Quería comprobar que nada fuera de tono ocurriera. Todo esto era para meramente alejar al amarillo de la policía. Sabían que las amenazas del azabache no serían suficientes, necesitaban a Ink en el plano.

-Vaya que disfrutaste tus citas- Habló el criminal sarcástico. Ink se encontraba recién ingresando pues su cita con el mustio había finalizado. -¿Quieres callarte? Esto no fue idea mía, fue tuya- Contestó amargado. Odiaba cuando el azabache se encelaba y se desquitaba con él.

Pero vaya que Error también odiaba que Ink le contestara, pues puso un pie mientras el otro caminaba. Esto provocó que el pintor cayera al suelo. -¡MALDITO!- Quejó este pero rápido el criminal lo interrumpió. -Cállate- Tomó asiento como si nada. -Ahora cuéntame, ¿él mustia ira a la boda?- Preguntó despreocupado.

Ink por su parte trataba de levantarse. -Sí...- Error lo miró fijamente. -¿Estás seguro? Di una semana para que lo convencieras- Habló desconfiado. Rápido la víctima interrumpió. -Sí coño...hasta mencionó que estaba emocionado que no vinieras- Contestaba mientras se levantaba y buscaba hielo. Realmente se golpeó el trasero.

En eso, sintió un gran silencio. Era evidente que el azabache no le agradó ese detalle pero que más da. -Sigue así, verás que no irás a esa boda- Amenazó Error pero parece que Ink ni se inmutó.

-Me pregunto si será por qué no caminaré o por que de verdad ya no estaré-

A este punto, ya no descifraba las actitudes de Error. Fácilmente podía contestar con un beso agresivo o con un cuchillazo, no hay entremedio. A estas alturas, solo quería dormir. Esto de pretender lo dejaba exhausto.