Heredero del dragón

Capitulo 21

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Resumen:

Rhaenyra y Daemon hablan. Visenya decide darle una lección a Daemon sobre las personas en las que confía. Alguien del programa de televisión y del libro hace acto de presencia. Espero que les guste. 🥰

Como siempre Valyrian estará en cursiva.

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Rhaenyra pasó una mano por el tronco del árbol del corazón, pensando que este solía ser su lugar favorito cuando era niña. Solía pasar horas en este lugar, siempre había sentido que podría eliminar todos sus problemas. Este había sido su refugio durante tanto tiempo que ahora casi sentía como si se estuviera escondiendo y en cierto modo lo estaba. En este momento, se estaba escondiendo de sus responsabilidades, dándose tiempo para tomar un respiro sin que veinte personas intentaran contarle todos los problemas del reino. Ser reina era difícil, a veces le daba ganas de gritarle a la gente sobre sus pequeños problemas y que los resolvieran ellos mismos. Si bien su padre había ignorado la mayoría de los problemas del reino y había dejado que Otto Hightower gobernara en su lugar, Rhaenyra no iba a hacer eso. Su trabajo era asegurarse de que su pueblo y su reino prosperaran y eso no podría lograrse si ignoraba sus responsabilidades. Pero por ahora podría tener un poco de tiempo para ella misma. Al menos hasta más tarde en la noche, entonces tenía un guerrero corpulento que disfrutaba haciéndola olvidar todos sus problemas.

Rhaenyra estaba feliz de que Kaffo hubiera viajado a Kings Landing, lo había extrañado en las últimas lunas. Kaffo era más que el amante de Rhaenyra, era su amigo. Podía confiar en él y sabía que él nunca repetiría una palabra.

"Es extraño encontrarte aquí". Rhaenyra se limitó a mirar a su tío, sin decir nada. "No te he visto aquí desde el día de tu coronación".

"He estado ocupada." Ella se encogió de hombros. "Hay muchas cosas que requieren mi atención".

“Sí, muchas cosas”. Rhaenyra frunció el ceño ante el tono de su voz, era casi acusador. "Estoy seguro de que ahora hay aún más cosas que ocupan tu tiempo".

Rhaenyra se quedó allí parada, el viento haciendo bailar su cabello plateado, sin decir nada. Casi parecía como si la estuviera acusando de algo, sonaba molesto. Cuanto más lo miraba, más se daba cuenta de que él no sólo estaba molesto, sino herido. Él ocultó bien su dolor, pero ella conocía a su tío desde hacía mucho tiempo y él no podía ocultarle sus sentimientos.

"Habla claro,  kepus".  Ella cruzó los brazos sobre el pecho. “Siento que me estás acusando de algo y me gustaría saber de qué”.

"Todos estos años creí que habías dedicado tu tiempo a construir tu reino y criar a nuestra hija, pero hace unos días descubrí que esa no era la verdad". Su risa era burlona. "También dedicaste tu tiempo a hacer otras cosas, ¿no?"

"¿Qué?" Estaba aún más confundida ahora, sacudiendo la cabeza y mirando a su tío como si finalmente hubiera perdido la cabeza. ¿De qué diablos estaba hablando? Le tomó unos minutos darse cuenta de que él debía saber sobre Kaffo. Luego ella soltó una carcajada. “¿Es esto lo que te tiene tan molesto? ¿El hecho de que tengo un amante?"

“¿Y ni siquiera lo negarás?”

“¿Por qué debería negarlo?” Ella vio la forma en que él se tensó ante la expresión divertida en su rostro. “No estoy casada con nadie, ya tengo un heredero y soy libre de hacer lo que quiera en mis aposentos privados. Puedo tener tantos amantes como quiera. Lo que me sorprende es lo mucho que parece molestarte”.