Heredero del dragón

Capítulo 42

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Resumen:

Rhaenyra y Visenya hablan sobre Daemon y otras cosas. Alicent decide que quiere cenar con Aemond y Visenya. Espero que les guste. 🥰

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"¿Alguna vez vamos a hablar de eso?" No pudo evitar la diversión en su voz cuando su madre intentó fingir que Visenya no la había descubierto en la cama con Daemon, bueno, su madre había estado en la cama y Daemon en el suelo. "Ignorarlo no hará que me vaya".

"Sabes que soy tu madre, ¿verdad?" Rhaenyra le dio una mirada molesta. "No me preguntas, se supone que yo debo interrogarte".

"Bien." Visenya asintió. "Entonces, ¿cuánto tiempo llevan ustedes dos follándose?"

"Dioses, Visenya". Su madre escupió el té en la taza mientras la miraba fijamente. "Al menos podrías fingir que tienes algo de tacto".

"Tengo algo de tacto". Visenya se metió una uva en la boca. "Esperé hasta que todos se fueron antes de hacerte la pregunta".

"No tengo que responder a eso".

"¿Por qué no?" Le dio a su madre una mirada inquisitiva. “Quiero saber cuánto tiempo ha pasado desde que decidiste perdonarlo”.

"No fue exactamente una decisión". Ahora su madre parecía un poco incómoda. "Es un poco más complicado que eso".

"¿Por qué?" Visenya no estaba segura de cuáles eran los planes de su madre con respecto a Daemon, pero quería saberlo. “No tiene por qué ser complicado, los dos os queréis y le habéis perdonado porque si no no pasaríais las noches con él”.

"Me sorprende que no estés más molesto por esto".

“Muña, no espero que sientas por la gente lo mismo que yo”. Visenya se encogió de hombros. “Mis problemas con Daemon no tienen por qué ser los tuyos. No espero que te mantengas alejado de él sólo porque no lo he perdonado”.

"No quiero hacer nada con lo que no estés de acuerdo". Visenya no pudo evitar sonreír, su madre había pasado la mitad de su vida preocupándose por ella. Este era su momento de ser feliz y Visenya no sería quien se lo quitaría. "Eres la persona más importante en mi vida".

“Lo sé, muña, pero no espero que pases el resto de tu vida sacrificándote por mí”. Visenya le sonrió a Rhaenyra, quería que su madre supiera que estaba feliz por ella. “He estado mirando a Daemon desde que llegamos a Westeros. Sé que ha cometido varios errores, pero puedo ver cuánto te ama. Si eres feliz entonces yo me alegro por ti”.

La relación de Visenya con Daemon no era algo que estuviera muy claramente definido. Ella y su padre pasaban mucho tiempo juntos por sus deberes, y también por su jueguito con Laena y Corlys. Habían dejado a Laena sola unos días antes, si se movían demasiado rápido entonces Laena moriría antes de lo que querían. Incluso ahora que no estaban haciendo nada, Laena todavía estaba llena de miedo.

"¿Puedo preguntarte algo?" Rhaenyra le dio una mirada molesta, haciendo reír a Visenya. "No tiene que ver con Daemon, bueno al menos no directamente".

"Bien, pregunta".

"Cuando descubriste lo que había hecho Laena". Su madre asintió. "¿Por qué no estabas enojado?"