El último día que estuvimos juntos mi corazón se quebró en mil pedazos en cuestión de segundos,
pregunté con un nudo en la garganta y el pecho oprimido por oír tu respuesta,
cuando finalmente la vocalizaste fue la primera vez que me mataste y me quedé seca,
mi mente pensó en cada palabra que habías dicho hasta el momento,
y mi corazón se partió más al dudar de todo lo que creía cierto,
no sabía que hacer o decirte,
no sabía si mirarte o reírme,
de verdad no sabía si ponerme a llorar y despedirme,
te seré sincera, desde ese momento seguí los últimos deseos de mi corazón,
obedecí su voluntad y callé a mi voz interior,
pues muriéndome por dentro sonreí mintiendo,
disimulé fatal porque se notaba que me estaba muriendo,
pero me esforcé tanto por sonreír una última vez en nuestro encuentro,
fue romperme más con cada segundo que pasaba,
pues estar a tu lado en silencio me mataba,
sonreírte queriendo llorar me acababa,
pero quería que nuestro último día juntos fuera sonriendo como los viejos tiempos,
si esa fuera la última vez que te iba a ver,
que sea mirándote con todo el amor que sentí alguna vez,
que recuerdes mi sonrisa y compañía tan dulce de ayer,
que atesores ese momento sagrado en tus recuerdos de esa vez,
fue el último obsequio que te di,
el bailar juntos sonriendo como alguna vez lo hicimos,
el sonreírte minutos después de que me rompiste en todos los sentidos,
toda esa noche a tu lado después de todo lo vivido,
cuando tomé tu mano sentí que ya no aguantaba más,
pues de verdad me sentía rota en su totalidad,
pero me esforcé tanto por seguir de pie a tu lado que fue algo digno de admirar,
cuando llegamos a tu destino no te quise mirar,
nunca llegué a imaginar cómo sería mi recuerdo de la última vez que te llegaría a apreciar,
de repente mi mente viajo al primer día que te vi y te empecé a amar,
y por eso cabizbaja me despedí y me sorprendiste con un beso en la frente como despedida a nuestro amar,
mis ojos se llenaron de lágrimas y sin voltear a ver te fuiste,
aunque me reúse te regrese a ver por última vez mientras te marchabas,
ese nudo en la garganta me apuñalo en el alma,
mi pesadilla más temida se hizo realidad esa noche estrellada,
al llegar a casa me tiré en la almohada,
lloré como nunca y me sentí totalmente usada,
lloré por el amor que no pude salvar,
lloré por perderte para siempre en la eternidad,
lloré por esa última noche que tomé tu mano al caminar,
lloré por todo lo que pasó y por más,
ese día te regalé nuestra última noche,
el regalo que más me ha dolido darte en la vida desde que te vi siendo jóvenes.
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Fuiste tú
PoetryPara los enfermos de amor que no quieren dejar de amar, para todos aquellos que amaron con tanta intensidad, para los corazones rotos que su llanto tuvieron que ocultar, para el amor de mi vida que nunca podré olvidar. Versos con sabor a tus beso...