Ausencia no es igual a desamor

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Amor todos los días

Adoraba cuando nos veíamos después de estudiar,

mi emoción era tanta que corría y saltaba a tus brazos sin quererte soltar,

tomaba tu mano y empezábamos a andar,

caminábamos a aquel parque solitario y nos sentábamos a hablar,

sobre nuestro día y un par de besos intervenían, pero adorábamos la rutina,

en ocasiones también venías a mi casa para estar con tu compañía,

pues entre semana adoraba tu presencia que ansiaba todos los días,

después de estudiar siempre me aliviaba verte,

pues aquel martirio constante se detenía con tan solo tenerte,

adoraba hablar contigo tan solo cinco minutos en la estación,

adoraba verte con uniforme y oliendo a tu colonia con tanto amor.


Ausencia no es igual a desamor

Ya no te tengo, ya no te veo, ya no te siento,

pero sigues siendo mi lugar favorito en todo momento,

sigues siendo el chico que me mueve el suelo,

ese que me acelera el pulso y los deseos,

mi felicidad infinita y mi mayor anhelo,

el rey de mis sueños y amor eterno,

ya no te veo, pero sigues siendo todo lo que más quiero.


El agua abraza nuestro amor

Mientras el agua cae por mi piel no puedo evitar recordar el roce de tus dedos,

aquel incontrolable beso que nos dimos en ese momento,

tus brazos exaltados cargando con ferocidad mi cuerpo,

nuestras miradas conectadas detenidas en el tiempo,

mis manos tocando la porcelana qué envuelve tu alma,

dando caricias y besos gentiles en tu desnudez con calma,

devuélveme a aquella noche en la que el agua evidenció la perdición de nuestro amor.

Fuiste túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora