Nunca tuvieron que traicionarlo

Capitulo VI

01:00 faltantes.

La policía de Kamino estaba alterada, las redes televisivas fueron hackeadas por ese sujeto.

El más preocupado era el oficial Aoto, el mismo policía que converso con él.

Estaba en la sala junto a otros policías, viendo un pizarrón con un mapa de todo Japón, que marcaba los ataques de él.

Cuando un policía entra alarmado, sosteniendo un teléfono.

Policia 1: ¡Es él!

Los demás policías guardan silencio y ponen el dispositivo al máximo volumen.

|Yo: Vaya, no pensé que ocasionaría tanto revuelo en todo el mundo. Solamente dije algunas verdades y ya están tachandome de loco.|

El oficial Aoto agarro el teléfono y hablo con un tono serio.

Aoto: Deja de presumir y mejor rindete, la policía está poniendo todo su empeño para atraparte.

Solamente se río ante las palabras del oficial, provocando que se enoje más.

|Yo: ¿De verdad creen que podrán atraparme? La razón de porque nunca dieron con mi paradero, fue porque no estoy en ningún país. Pero tengo una pregunta para ti, ¿Que es más importante, intentar localizarme, o la seguridad de tu querida hija?|

Aoto abrió los ojos por la pregunta.

|Yo: Tu silencio me da la respuesta. Tienes una hora para ver a tu hija. No es necesario darte las coordenadas de tu hogar...|

Todo se volvió silencio, los demás policías veían a Aoto con pena y preocupación.

General: ¡¡¡YA ESCUCHARON, EL VILLANO SE ENCUENTRA EN ESA UBICACIÓN!!!

Ante el grito del general, Aoto salió de la sala corriendo. Escuchaba el grito del general diciendo que vuelva, pero no le hacía caso. Entrando a una patrulla y pisando el acelerador a fondo.

Luego de media hora llego a su hogar. Sin pensarlo entró a la casa, pateando la puerta y apuntando con su pistola.

El ambiente estaba silencioso y oscuro. Cuando cruzó la puerta está se cerró con un fuerte golpe, a paso lento comenzó a explorar la casa. A medida que pasaban los minutos empezaba a alterarse, rogando a alguna deidad que su familia esté bien.

El último lugar que le quedaba ver era el cuarto de su hija. Pateando la puerta y apuntando adelante, vio a Heroooss dándole la espalda y mirando la ventana.

Yo: Llegaste con tiempo de sobra.

Se dio la vuelta, Aoto vio a su hija durmiendo en los brazos de él.

Yo: Es adorable, ¿Verdad? Un infante que no es consciente de lo que sucede a su alrededor. Durmiendo en los brazos de la persona que ocasionará un gran caos a nivel mundial.

Aoto: ¿Por qué lo haces?

Yo: ¿Hacer que?

Aoto: La destrucción, el desequilibrio en la sociedad. Todo eso lo haces por un motivo demasiado caprichoso.

Yo: Je, deberías cuidar tus palabras Aoto. Es probable que termines como tu esposa.

Aoto abrió los ojos por el pánico.

Yo: Si preguntas, solo diré que se volvió la comida de unos perros.

Varios golpes se escucharon en la puerta, junto con el sonido de patrullas.

Policía 5: ¡¡¡SAL CON LAS MANOS EN LA CABEZA, TE TENEMOS RODEADO!!!

Yo: Tarde como siempre. Bueno Aoto, fue un placer volver a hablar contigo, pero tú tiempo se acabó.