─Está bien, gracias por el paraguas.─le digo sonriendo.
─Jeremiah asiente con satisfacción al ver que Yuliana le acepto el paraguas. Le devuelve una mirada seria pero asienta en señal de agradecimiento antes de irse al auto.─No hay de qué. Asegúrate de llegar bien a casa.
─Yuliana sin darse cuenta se quedó mirando a Jeremiah retirándose. Jeremiah nota la mirada de Yuliana, se detiene por un momento. Luego se gira hacia ella, con una expresión seria pero curiosa.─Hay algo más en lo que pueda ayudarte.
─Disculpe.─digo algo confundida.
─Jeremia frunce el ceño, respira profundo.─solo pregunto por que usted me miraba mientras me iba, así que pasa algo en lo que la pueda ayudar?.
─Ya veo, no para nada, no se preocupe, disculpe, gracias nuevamente por el paraguas.─nerviosa solo lo veo.
─Jeremiah solo asiente.─siendo así me retiro.─Se despide con un gesto de seriedad. Su aura fría se desvanece momentáneamente. Yo camino hacia la estación de autobús, mientras espero me quedó mirando la lluvia.Jeremiah
Me levanté como cualquier otro día, María la que se encarga de mi apartamento, ya tenía preparada la mesa, con mi almuerzo.
─Buenos días joven, ¿como amanecio?.─Me dice María terminando de poner el café en la mesa.
─Buenos días, creo que bien como siempre supongo·─respondo mientras veo mi reloj.─¿Y usted cómo amaneció?─Pregunto arreglando la corbata.
Maria se dirige hacia mí para ayudarme.─Bueno siendo así me alegra que amanezca bien, yo la verdad amanecí muy bien, está muy lindo el día.
─Si veo que sí está muy lindo, por cierto maria creo que has trabajado demasiado.─Antes de poder terminar, María me interrumpe, apretando mucho la corbata.
─Que está diciendo joven Jeremiah, acaso piensa despedirse.─Dice algo preocupada, se percata que me apretó mucho la corbata,─o disculpe joven Jeremiah, es solo que me tomó por sorpresa.
─No maría no pienso despedirla, solo creo que ha trabajado demasiado, entonces creo que lo correcto es darle unas vacaciones.─Maria ante mi respuesta sonríe, yo le devuelvo la sonrisa.
─Enserio joven Jeremiah, puedo tomar vacaciones.─dice bastante emocionada, yo solo sonrio, pobre María la hice trabajar demasiado estos días, ni siquiera se me pasó por la mente darle unas vacaciones.
─Claro a donde quisieras ir de vacaciones puedo hacer una reserva, solo dime a donde.─Maria se queda pensando unos segundos, cuando me responde entusiasmada.
─siendo así joven Jeremiah puedo ir a mi pueblo con mi familia unos días.
─por supuesto tomate los días que necesites, lamento mucho que apenas te de vacaciones he sido egoísta.
─Joven no se preocupe, ademas yo amo mi trabajo,muchas gracias por dejarme ir a mi pueblo.─ María me sonríe, yo le devuelvo la sonrisa.
─Ya está hecho, puedes irte mañana temprano.─saco mi billetera, agarró unos cuantos billetes, los suficientes para que vaya y compre unas cosas para su familia y para ella.─Toma, si necesitas más dime.
─No joven como cree que los aceptaré, además ya me pagó mi sueldo, con eso puedo ir a mi pueblo.─dice apartando mi mano, niego con la cabeza. ─Anda tómalo de vacaciones, es mi deber darte dinero para ellas.─tomó su mano y se los doy.
─Bueno, muchas gracias, le traeré algo de mi pueblo.
─asiento sonriendo.─Gracias.Salgo de casa, subo al auto y me dirijo a la empresa, al llegar saludo a la recepción, cuando trato de ir al ascensor, veo a sebastián y noto una chica a su lado, será que acaba de ingresar a la empresa, me encojo de hombros, cuando ella le acaricia el cabello a sebastián, me quedo asombrado.
─Ejem, ejem, ejem.─digo, por que diablos le dije a mi que me importa, niego con la cabeza, pero en mi empresa no quiero que hagan ese tipo de contacto, aquí se viene a trabajar no a hacer citas. Dan media vuelta sorprendidos se miraron uno al otro.
─Buenos días.─dice la chica sonriendo. Sebastian me mira e igual me dice buenos días.─Me quedé un momento mirando aquella chica, tenía un lindo cabello castaño, sus ojos color negro y valla que es linda, pero que estoy pensando a mi que me importa su apariencia. Me percate que tenía un gafete, su nombre es Yuliana, al parecer trabaja aquí, en el mismo apartamento de Sebastian.
─Buenos días, si no quieren llegar tarde deberían de hablar menos.─digo subiendo al ascensor, no sé qué les pasa a los que trabajan aquí ahora.Llegué a mi oficina, me puse a firmar un papeleo que tenía, paso el rato, de vez en cuando se venia en mi mente aquella chica, niego con la cabeza, toco mi rostro.─Pero qué te pasa, solo es una trabajadora nueva, necesito un café.─murmuró, me levanto, mientras me dirijo hacia la cafetería, me detengo en un instante, cuando veo salir a Yuliana de la cafetería, noto que murmura algo, no logro escuchar, pero está claro que se molesto por su expresión.
─Acaso tienes algún problema con la cafetería, si tienes algún inconveniente, deberías reportarlo adecuadamente en vez de murmurar.─digo mirándola, al parecer ni noto mi presencia.
─Por supuesto que no, todo está bien.─dice algo nerviosa, fingió una sonrisa, que mala es fingiendo sonreír. Doy un paso hacia atrás, cruzó los brazos. ─No intentes engañarme con esa falsa sonrisa, que es lo que está pasando.─digo desconfiado.
─Todo está bien, no hay ningún problema.─dice, observo a Yuliana, mientras sale Ginebra de la cafetería, evaluó la situación.
─Buenas tardes.─dice Ginebra, por su expresión tampoco noto que estaba aquí, acaso soy invisible, nadie nota cuando estoy.
─Buenas tardes, Ginebra. estas de paso por aqui o hay algún problema. ─digo mientras vuelvo a ver a Yuliana, hicimos contacto visual, ella esquiva rápido la mirada.
─Todo se encuentra bien solo vine por una taza de café y aquí me encontré a Yuliana.─dice Ginebra con voz fría, al parecer no se lleva bien con Yuliana, levantó una ceja.
─si de hecho yo me retiro que tengan una excelente tarde.─dice Yuliana mientras se retira.
─Asiento con seriedad a las palabras de Ginebra, mientras veo a Yuliana retirándose. Me giro hacia Ginebra. ─Parece que el café es popular hoy. Asegúrate de que todo esté en orden antes de marcharte a Ginebra. La eficiencia es clave en nuestra empresa.─digo mientras la veo.
─Si lo tendre en cuenta.─dice Ginebra sonriendo. ─Asiento una vez más, esta vez algo más tranquilo.─Está bien, nos vemos mañana.─ digo mientras me iba.
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La Vista Que Enamora
RomanceYuliana una chica tranquila, se muda a Inglaterra teniendo la suerte de un mejor trabajo y Jeremiah un hombre alto y guapo, con una presencia imponente, entre ellos no tienen una buena relación se hacen rivales, pero tendrán que aliarse para levanta...