venía por un café ya se me quitaron las ganas de tomar uno, mejor me voy a terminar el trabajo. Llegue a mi oficina, tome asiento, cruce mis brazos.─Que rara situación,Ginebra no es de las personas que ven así a sus compañeros de trabajo, aunque muchos he visto que se disgustan al ver a Ginebra pero nunca le tome importancia.
Al terminar la jornada de trabajo me dirigí hacia la salida, cuando sonó mi celular.
─Hola, sucedió algo Maria. ─Miraba alrededor, note que estaba lloviendo, estire la mano para que me caigan las gotas de agua.
─Como le decía joven deje todo listo, solo falta recoger unos papeles de su oficina pero eso usted siempre lo ordena. ─ De repente vi a Yuliana tocando el agua, note que no llevaba consigo un paraguas.
─Joven si me está escuchando.
─Que, sí por supuesto Maria, no te preocupes, toma tus vacaciones no te preocupes por mi.─Me distraje viendo a Yuliana que no me di cuenta que estaba hablando con Maria.
─Siendo así muchas gracias, si sucede algo no dude en llamarme, hasta luego.
─No se preocupe, hasta luego.─ Término la llamada y subo a mi oficina corriendo, tomó el paraguas, el ascensor tarda en abrir así que me dirigí hacia las escaleras. ─Ya se habrá ido, como sea.
Al llegar Yuliana seguía ahí, me acerque a ella.─¿Qué estás haciendo sin paraguas en medio de la lluvia? ─ Al parecer se asustó, se me olvido que nadie me nota últimamente.
─ O ya veo ja, ja, es que se me olvido mi paraguas en casa. No se preocupe debería irse.─ Sonríe, no sé por qué me molesta cuando lo hace frunzo el ceño.
─No puedes esperar a que alguien más te ayude, sígueme.─La guió hacia la puerta de la empresa donde no entraba el agua, le ofrezco el paraguas a Yuliana con una mirada seria.
─Toma esto. No estaría bien que te resfries por tu descuido.─ no tengo idea de lo que estoy diciendo, además a mi que me importa si se resfría, frunzo el ceño, luego la miro.
─No es necesario, lo necesita usted más que yo.─ me sorprende por su respuesta, frunció el ceño levemente.
─No es cuestión de necesidad, es cuestión de responsabilidad. Tómalo no acepto excusas, además yo vengo en auto. No quiero que te enfermes por algo tan tribal.
─Le extiendo el paraguas, mientras suspiro.
—esta bien gracias. — dice.
─asiento con satisfacción al ver que Yuliana aceptó el paraguas. Le devuelvo una mirada seria pero asiento en señal de agradecimiento antes de irme al auto.─No hay de qué. Asegúrate de llegar bien a casa.
─Yuliana sin darse cuenta se quedó mirando a Jeremiah retirándose. Noto la mirada de Yuliana, me detengo por un momento. Luego giró hacia ella, con una expresión seria pero curiosa.─Hay algo más en lo que pueda ayudarte. ─acaso se ofendió por mi ayuda, ya no vuelvo ayudar a nadie es molesto.
─Disculpe.─dice algo confundida, frunzo el ceño, respiro.
─solo pregunto por que usted me miraba mientras me iba, así que pasa algo en lo que la pueda ayudar?.
─Ya veo, no para nada, no se preocupe, disculpe, gracias nuevamente por el paraguas.─ dice nerviosa, asiento.
─siendo así me retiro.Me dirijo hacia mi auto, subo y me voy hacia mi apartamento.
─Pero qué día, qué extraña es esa chica.─ hago una mueca, suspiro.
─Acaso hoy fue un mal día.─ dice mi chofer Eider, sonrío y niego con la cabeza.
─No para nada solo fue un poco extraño eso es todo.
─Velo por el lado bueno es interesante ver nuevas cosas. ─ Hice una sonrisa a fuerzas, que interesante ha de tener ella ja, ja, solo es extraña, Eider solo sonríe en burla, solo lo veo confundido.
─¿Pasa algo?
─ claro que no señor, es que me acordé de algo, lo siento.
─Ya veo. ─ cree que me va engañar está claro que se burla de mí, frunció el ceño.Yuliana
Han pasado varios días desde la última vez que vi al jefe, tampoco es que lo extrañe pero es curioso en veces lo veía cuando iba a la cafetería, también lo veía en las mañanas tomando el ascensor, todos los días llevo conmigo el paraguas para devolverlo pero no he tenido la oportunidad.
─Hoy es viernes ya mañana es fin de semana todavía tengo cosas que terminar del trabajo no creo que pueda ir a la fiesta que hará Paty celebrando que vamos a parís.─ siento que alguien toca mi frente, al levantar la mirada veo que es Jeremiah, me sorprendió, no digo ni una palabra solo lo miro, mientras solo se escucha el latido de mi corazón.
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La Vista Que Enamora
Roman d'amourYuliana una chica tranquila, se muda a Inglaterra teniendo la suerte de un mejor trabajo y Jeremiah un hombre alto y guapo, con una presencia imponente, entre ellos no tienen una buena relación se hacen rivales, pero tendrán que aliarse para levanta...