Catalina más conocida como Sultana Dilruba en el imperio otomano, es secuestrada de las tierras de sus antepasados y llevada como obsequio al palacio de Topkapi para el Sehzade Mehmet. Su padre fue un pintor que se dedicaba hacer cuadros de su única...
Al día siguiente Catalina fue la que se despertó primero, vio a Mehmet completamente dormido, un semblante relajado y por la luz que entraba por la ventana podía apreciar sus facciones.
Acarició un poco su rostro para después alzarse de la cama, comenzó a buscar sus prendas lentamente para vestirse, le dolía un poco el cuerpo y se sentía mareada, cuando terminó vestirse miró por última vez al príncipe y se retiró de los aposentos silenciosamente.
Regresó a los aposento donde la habían preparado, se recostó en la cama y volvió a dormir. No sabía cómo volvería a ver a los ojos a Mehmet y no ruborizarse.
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Cuando Mehmet por fin despertó se dio cuenta de algo, Catalina ya no estaba en sus aposentos, se alzó rápido y vio que ninguna de sus pertenencias estaban en los aposentos, ¿acaso había sido solo un sueño?, era imposible.
Se vistió y pidió el desayuno, cuando ella viniera a limpiar hablaría con ella.
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Espero y espero a que Catalina viniera a limpiar sus aposentos pero vinieron dos señoritas en su reemplazo.
Mehmet quería verla así que fue directo al Harén y cuando entró las señoritas se acercaron e hicieron reverencia pero él no vio a Catalina.
Prosiguió su camino hasta que escuchó a uno de los eunucos diciéndole a una de las mujeres del harén que llevara el desayuno a una jovencita que estaba apartada en otros aposentos. El príncipe siguió a lo lejos a la mujer hasta que la vio entrar a unos aposentos y después salir.
Él decidió entrar y descubrir si era ahí donde se ocultó Catalina, en efecto, la chica que le estaba robando el corazón descaradamente estaba ahí, sentada en la cama con una bandeja de comida en sus piernas.
Cuando Catalina vio a Mehmet quiso alzarse pero Mehmet la detuvo.
—No te alces— dijo mientras él se sentada al borde de la cama
—Príncipe ¿que hace aquí?
—¿Porque te fuiste?, cuando me desperté no te encontré a mi lado...
