DxD: Terapeuta Multiversal

32 Cielo Encarnado III (+17)

Entregar el aceite a Yasaka fue igual a darle luz verde, el controlador. La kitsune se regocijo visualmente de poder finalmente "contraatacar".

Ray se cierne sobre ella mientras ella sonreía y se puso a trabajar, extendiendo el aceite en sus manos, una cantidad excesivamente exuberante antes de tocarle el pecho primero e ir desde allí, haciendo todo un desastre que no le importó.

"¿Te gustó el masaje?"

"Nunca he sentido algo así... ¡fue increíble! ~"

El epítome del enamoramiento; ese fue Yasaka Okami. Hace tres años se había enamorado de un niño, hoy se había enamorado locamente de sus manos. Sus colas se enrollaron a su alrededor como si trataran de mantenerlos a salvo de cualquier daño.

Al ver este comportamiento, no se resistió al impulso de sonreír y descender, saboreando la suavidad de su piel proporcionada por el aceite, todo era blando y agradable.

"Es bueno saberlo. Nunca sentirás nada igual de nadie más que yo, ¿sabes?".

"Sí, Ray-sama~"

Sus piernas lo encerraron en su lugar de una manera tan posesiva... la entrepierna se encontró con la entrepierna y sus intenciones eran claras, Ray se tragó un bocado de saliva mientras ella arrastraba su lengua a través de su cuello, extendiendo el aceite en su espalda y tirando de él más lejos.

"Nosotros, los zorros, somos seres engañosos, siempre y cuando podamos conseguir lo que queremos..." con cada segundo que pasaba, cuanto más sentía que su lugar sagrado se frotaba contra él, su respiración nebulosa aumentaba en impulso, sus ojos se afilaban y el deseo ya no podía contenerse.

"¿Te has dado cuenta de la forma en que te diriges a mí?" Preguntó, pensando que ahora que el masaje había terminado, ella volvería a sus costumbres habituales. Poco sabía...

"Soy tu mascota, ¿no es -sama la correcta y única manera?" Su respuesta fue tan directa, tan privada de vergüenza... con tal resolución que una gota de sudor salió de su frente. Con el pretexto de "engrasar", Ray no se dio cuenta de cómo todo su enfoque cambió a su pene.

"¿Vas a seguir jugando a los roles hasta el final, tonto?" Le sacudió la nariz ligeramente como para acentuar el chiste, pero Yasaka no tenía nada de eso.

El lindo zorro inclinó la cabeza y se rió: "No sé de qué estás hablando, Ray-sama. Creo que el único juego de rol eres tú~".

"¿Eh?"

"¡Woof! ~"

Ella ladró un poco antes de besarle y lamerle la barbilla como lo haría cualquier mascota adecuada, mientras tanto, sus manos ya estaban abajo, acariciándolo lentamente... Yasaka acarició todo el camino, empujando el prepucio hacia atrás para mostrar el tesoro que deseaba. Ella se resistió al impulso de lamerse los labios y en su lugar continuó jugando con él en la superficie, ladrando y seduciendo.

"Ya me has vuelto loco por ti, no hay vuelta atrás Ray-sama... Debo conseguir tu semilla esta noche".

Él tenía inhibiciones, había barreras... pero ella estaba lista para romper por completo cualquier barrera, siempre y cuando pudiera conseguir lo que quería.

Sus ojos dorados soltaron un ligero tono que lo tomó desprevenido, al igual que él tenía sus medios para hacer que la experiencia fuera más agradable, también podría hacerlo ella. Una habilidad que había recibido inadvertidamente durante su sesión de masaje.

<Illusion Domain>

Ray no sintió que su cabeza se vería borrosa, sino más clara, un grupo de olores lascivos mezclados con vainilla entró en sus fosas nasales. Yasaka pasó de verse sexy a ser súper sexy en cuestión de segundos.

"Seré la mejor mascota que hayas tenido".

Las tentaciones que venían de sus labios no conocían límites y estaban funcionando, desde el principio la principal inhibición de Ray fue la diferencia de edad, no había manera de que no encontrara a Yasaka atractiva, simplemente quería un poco más de tiempo, pero poco sabía que ya había caído en las garras del zorro.

Se había burlado del zorro más allá de la línea de ruptura, y el zorro estaba empezando a responder.

El contacto con su piel fue intenso, estimuló cada célula... tentado por su cuerpo, sus deseos se soltaron comenzando con sus pechos, los apretó hasta que la leche comenzó a derramarse hacia abajo como dos hebras de jarabe dorado que no sintió ninguna inhibición en chupar al contenido de su corazón, los deseos exactos de Yasaka.

"Ahn~ sí, chúpalos más~"

Con el placer y la tensión comenzando a acumularse, ella gimió y miró el techo mientras sus manos continuaban acariciándolo, lo suficientemente pronto eso no fue suficiente y se trasladó a la siguiente fase, con una mano presionó su cabeza más dentro de su pecho y sonrió con felicidad, levantando su cintura usando su cola y acariciando su polla descubierta, contra sus partes de la partes de atrás.

'Solo un poco más... Puedo ponerlo en...'.

"Yasaka".

!!!

"Sí, ¿ Maestro? ~"

Ella cambió la forma en que se dirigió a él de nuevo, cada vez más sumisa sintió su reacción con su coño y la llenó de alegría, pensando que una vez más había logrado sacarlo de sus verdaderas intenciones.

"Son tan deliciosos", afirmó, pasando su lengua sobre su pezón derecho y chupando, levantando un poco la cabeza para mirar sus ojos, los ojos de un zorro a punto de reclamar la victoria, una zorra que pensó que estaba obteniendo exactamente lo que quería.

"Tómalos todo lo que quieras, esa leche es tuya~"

"¿Realmente? ¿Y qué quieres a cambio?" Preguntó con los ojos fruncidos mordiendo su pezón tan ligeramente cada vez que sentía que estaba a punto de enfundarlo dentro de sus cálidos y descuidados interiores.

¡QUIERO TU LECHE! ~'

La zorra de diez colas luchó, eso era lo que deseaba gritar: "¡Quiero tu semilla en mi vientre!".

"Ugh" En algún momento el placer se volvió tan intenso que Ray tuvo que soltar su pecho, pero no se ralentizó, "Ha estado frotando mi glande contra su clítoris durante un tiempo".

Su insistencia fue notable, pero a pesar de su astucia, estaba tan cachonda que se estaba regalando. En algún momento se puso tan desesperada que sacó la lengua, poniendo un cebo que él tomó felizmente, arremolinando su lengua con la suya mientras ella bajaba desvergonzadamente sus dos manos para abrir sus pétalos rosados empapados y viscosos y guiarlo hacia adentro.

¡Sí, sí! ~'

Justo cuando estaba a punto de reclamar la victoria, Ray se retiró, dejando un puente de saliva entre sus bocas.

"Una zorra de diez colas puede ser más amable y hermosa que cualquier otra, pero sigues siendo un Youkai, ¿verdad? ~" se lamió los labios, descendiendo mientras ella luchaba por levantarse, pero se le negó el tiempo libre, la presionó sobre la cama y lamió por su cuello, hasta su pecho, hasta su ombligo.

Consciente de que había sido expuesta, Yasaka rogó en medio de gemidos. Él tenía razón, ella era una Youkai que tenía sus propios deseos y ahora que había aparecido un hombre capaz de saciarlos, ella no dejó de lado la oportunidad.

"Ray-sama, nadie lo sabrá..."

Él la ignoró antes de que sus tentaciones tuvieran más efecto, pero después de un poco de consideración, decidió hacer un compromiso, ella se merecía al menos esto. Es por eso que con un ligero gruñido saltó sobre ella y la abrazó, por un momento sus esperanzas alcanzaron el mayor crecimiento.

"No es que no quiera joderte, Yasaka... pero no con este cuerpo de trece años, una vez que cumplo dieciséis, no, quince... Te tendré como mi pastel, te lo prometo".

!!!

¿D-Dos años...? ¿Puedo esperar tanto tiempo?

"¿P-Promesa?"

"Promesa".

Ella devolvió el abrazo y exhaló un profundo aliento de humo.

"Entonces, durante tu fiesta de quince años... después de que todos se hayan ido, dejaré el pastel en tu habitación, Ray-sama... ¿te parece bien?"