DxD: Terapeuta Multiversal

178 Maldición antigua I

Puede que Tsunade y Azrael no vengan pronto, están trabajando duro para difundir mi religión para que pueda obtener más puntos de caos a través de la fe. Yo también tengo que hacer mi parte... así que debería tener tiempo para ir al Reino de los Elfos mientras no están, destronar a Decem Hougan, establecer la nueva religión y luego volver enseguida.

Espero que en menos de dos semanas si me tomo mi tiempo.

Mientras tanto, disfrutaré este fin de semana con las chicas mientras investigamos lo que hay debajo de esta mazmorra.

"¿Sabes leer las runas, Vanna?" Le pregunté al elfo del bosque que caminaba detrás de mí con las chicas charlando al frente. Pasamos por una cueva donde las runas estaban grabadas en las paredes y las hogueras brillaban con llamas azules... mucho más enérgicas que las llamas normales. ¿Quién sabe durante cuánto tiempo ha ardido esta llama sin obstáculos?

"Lo siento, mi Señor. No estoy familiarizado con el idioma antiguo en absoluto, ni siquiera un poco. Es milagroso en sí mismo que puedas sentir las intenciones detrás de este dibujo".

Le había explicado lo que sentía solo para que tuviera una idea.

"¿Quién crees que dibujaría estas runas?" Pregunté.

"... si tuviera que adivinar, aunque suena como un mito: un elfo de medianoche" Su rose parecía a un individuo incrédulo. Como si ni siquiera ella creyera lo que acaba de decir.

"..."

"También podría haber sido una dríada. Eran criaturas del bosque extintas que servían a los elfos de medianoche y a los elfos del bosque durante la antigüedad. Los dos sabían cómo escribir y leer el antiguo lenguaje élfico... ¡pero este aura con el que no estoy familiarizado, me gustaría creer que era un antiguo elfo de medianoche!".

Entramos en la cueva que comenzó con una formación natural muy pronunciada en forma de escaleras de caracol que se dirigían hacia abajo. Las dunas estaban escritas por todas partes. No podía explicar por qué... pero la energía que sentí con ese aura era demasiado espeluznante.

Y mis instintos no estaban equivocados.

Las runas estaban bellamente elaboradas y escritas en esas paredes, pero la energía que sentí de ellas era espeluznante. No fueron escritos con buenas intenciones o transmitiendo un mensaje esperanzador.

"Ray-sama, tengo una sensación extraña..." Katsuyu dijo y sacó la cabeza lo suficiente para que Anna-chan no se diera cuenta y la arrebatara.

¿Qué tipo de sentimiento?

"Como algo tratando de entrar en mi mente... ¿no sientes lo mismo?".

"No siento nada excepto un aura espeluznante que proviene de estas runas..."

"¿Oh? ¿Qué es eso?" Akeno mencionó de repente, lo que nos llevó a todos a mirar en esa dirección, que era la entrada a un área más grande debajo de las escaleras de caracol. Un área masiva con estalactitas negras en el techo. En esta área, había todo tipo de plantas esparcidas y agitando a pesar de que no había viento.

Akeno había estado mirando un lugar, en particular, el techo.

"¿Te refieres a las estalactitas?".

"No, Ray-kun, puedo ver algo que se cierne allí" Señaló con vehemencia, pero todavía no podía ver lo que estaba viendo.

"Quédense detrás de mí, chicas... algo raro ya está pasando" Advertí, ¿algo que ellos pueden ver pero yo no? Eso no tiene sentido... Debería poder ver todo con los registros de energía. Hicieron lo que dije.