Parte 2

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Por dentro, aquella casa que también podría llamarse mansión estaba totalmente oscura, sucia y la madera estaba algo podrida y en mal estado.

En ese momento, por la entrada principal entro un hombre, alto y de cabellos burdeos, a su lado un perro de raza Golden retriever entro a la vieja sala de estar alerta a todo posible peligro.

—¡Wof, wof!

—Tranquilo Balto —le dijo él hombre al ver como él perro olisqueaba todo a su alrededor —Esta casa esta...algo sucia, y no creo que haya que preocuparse por los fantasmas, esto es la realidad —río mientras masajeaba su cuello.

Kamado Tanjirō había adquirido aquella casa a un muy buen precio debido al mal estado en que se encontraba, nada que buen trabajo duro no pudiera arreglar. Comenzó primero con él veneno para ratas, mata-arañas y luego por una intensa limpieza a escoba y aspiradora. Se demoró él día completo, pero valió la pena.

A la noche Tanjirō se quitó la camisa, y se recostó sin siquiera taparse a causa del cansancio, balto se recostó a un lado de la cama de su dueño.

—Bien...a mimir.

Levantó su cabeza al sentir una escensia con su nariz, miró de un lado a otro, pero nada. A su lado balto también pareció sentirla.

—Debió ser mi imaginación... —y se durmió rápidamente.

Al día siguiente, comenzó romper todo él suelo, debido a los sonidos extraños que hacia al pisarlos, y por lo frágil que ya se encontraban al estar podrída la madera.

Balto a un lado, lo observaba atentamente.

—Tengo que dejar por lo menos la entrada de esta casa decente Balto, Nezuko vendrá en un mes y no quiero... recibirla así —sacó un buen pedazo de madera y salio una araña corriendo de allí —¡Mierdaaaa!

Quedaban 2 semanas, el piso ya estaba bien instalado y ahora comenzaría arreglando algunos circuitos para que la luz no se corte cada 5 minutos, mientras unos amigos traían unos cuantos muebles para adornar la sala y algunas habitaciones.

—¡Gonpanchiro, hay un hoyo en esta pared! —gritaba un ojiverde a la lejanía.

—¡Lo arreglaré mañana! —exclamó —¡Tu sigue ordenando!

—¡Eso hago, pero no porque tu me lo digas!

—Una semana —Tanjirō estaba emocionado, él y Nezuko siempre fueron muy unidos desde la muerte de sus padres hace ya muchos años, pero desde que la menor contrajo matrimonio ya casi no la veía, quizás por eso había rescatado a Balto de la calle, para no sentirse tan solo y llenar él hueco que dejo su hermana.

Pero daba igual, ella vendría en una semana.

—Balto iré a comprar unas cosas, cuida la casa ¿Ok?

Tanjirō se fue y Balto se quedo solo en casa, decidió explorar un rato y ver si encontraba el extraño aroma que lo incomodaba a él y a su amo.

Man, Dog and Ghost | TanjiKana |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora