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— Wow — fue lo único que mi cerebro y mi boca pudieron articular.

— Por favor no digas nada más — aparte mi vista de ella, no quería mirarla a los ojos porque aún estoy procesando que acababa de besarla, a mi vecina que seguía sentada encima de mí.

— Acaso estuvo mal, lo lamento si fue el caso nunca he besado antes — tome valor para poner ambas manos en las mejillas de Ar-Nueng, hice que me mirara — Puedo mejorar.

— No es eso —  aparte las manos de la pequeña mujer de mi rostro — No quiero crearte falsas esperanzas por este beso, sigo estando firme en que no debemos cruzar la línea que hay entre ambas.

— Por qué debe haber una línea, tengo la edad suficiente, en verdad me gustas mucho — me quite de encima de Ar-Nueng, estaba por levantarme para irme pero ella me retuvo agarrando mi brazo.

— Yo te deseo, solo eso siento por ti, no quiero ni busco una relación.

— Me deseas — pude sentir como mi corazón empezaba a emocionarse otra vez, así sea desea es un sentimiento que proviene de ella, otra vez sentí esperanza y ni siquiera me di cuenta cuando mis brazos rodearon su cuello.

— Eres rara, por qué estas sonriendo ahora — me molestaba que está mujer me confundiera de esta manera

— Así sea deseo esta bien por mí, podemos hacerlo las veces que quieras ya que confío que al final te enamoraras de mí.

—  No pasará —  puse mi manos en la cintura de mi vecina para apartarla de mí pero, cuando volvi a verla seguía sonriendo, sus ojos tenían un brillo que apenas note.

— Puedes tomarme las veces que quieras, no habrá ataduras ni le pondremos un nombre te
lo prometo —  acerque mis labios a los de ella, me quedé esperando unos segundos hasta que ella agarro mi cabello para por fin unir nuestros labios otra vez.

En mi mente se repetía la frase de que me iba a arrepentir, no le tome importancia y seguí besandola con la misma intensidad, Nueng torpemente acariciaba mis piernas o tocaba apenas mi abdomen.

Era evidente que es su primera vez haciendo esto, así que no seré tan mala con ella, comencé a desvestirla poco a poco dejando besos en esas zonas.

No pasó mucho para que Nueng llegará al punto máximo de placer, yo había cumplido con mi parte, sonreí al ver que sus piernas temblaban y su respiración tardaba en normalizarse.

Era tan buena en esto y eso me enorgullece, tengo que ser la mejor en todo.

— Se sintió extraño al principio pero después fue tan no sé cómo explicarlo.

— Lo sé soy buena, por ahora duermete que yo haré lo mismo — Me levante de la cama.

— A dónde vas.

— Al sillón a dormir, no soy tan descortés como para dejar a mi invitada dormir en un sillón así que te quedas con mi cama.

—  Pero podemos dormir ambas, acaso tienes miedo de que haga algo mientras duermes.

— No tengo miedo, es solo que dormir junto alguien es como muy de noviazgo y no va conmigo.

— Entiendo, entonces yo voy al sillón es tu departamento — quite la sabana que cubría mi cuerpo desnudo pero,  senti que mis piernas apenas y me obedecían — mejor si duerme tú en el sillón, mis piernas siguen temblando.

— Sí que soy buena — le di las buenas noche a la pequeña mujer y sali de mi habitación, me recoste al llegar al sillón.

Me desplome totalmente, en verdad que había disfrutado hacerlo con mi vecina, espero se puede repetir después de todo ella dijo que sin ataduras.











vecina ardiente (𝘉LANK 𝘵𝘩𝘦 𝘴𝘦𝘳𝘪𝘦𝘴) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora