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Nuevo comienzo.

Mientras Tierra dormía, Luna miraba las estrellas; los recuerdos comenzaron a ejercer nuevamente, miró a Tierra y específicamente esa herida que se causó por salvarlo de ese asteroide, claro que ninguna de su vida fue lastimada o asesinada pero eso no evitó que los océanos no fueran afectados aun así. No dudo en salvarlo, como siempre lo ha hecho.

Gracias a los planetas, las lunas se tranquilizaron, todos los planetas prometieron ser mejores y darles mejor trato a sus lunas, pero solo Titán se enojó al ver que Tierra no prometió nada, solo dijo que diría las cosas mejor y con menos agresividad, pero el tratar bien a su luna no lo hizo.

Todo volvió a ser normal.

La Tierra se despertó y lo primero que vio fueron los lindos ojos de Luna, eso le dio felicidad.

—Buenos días Tierra, ¿eso es lo que dicen tus terrícolas no? —Tierra sonrió.

—Luna, tu sabes más que nada como son mis terrícolas —dijo aun con la voz cansada, dejó de ver a Luna, su atención ahora estaba en la nave de Astrodude-. Espero que esté bien...

—Digo que si, solo necesitaba descansar de todo lo que paso con ese parásito que estaba en Titán, si el tonto de Titán no lo hubiera obligado a entrar en su superficie...

—Pero ya pasó, lo bueno es que lo pude ayudar, es fuerte, valiente. Estará bien —una sonrisa se dibujó en Tierra—. Además su esposa lo está esperando con mucha esperanza al igual que su hijo.

—¿Los has visto?

—Desde que me dijo cómo eran, los he estado mirando, ojalá sus superiores lo regresen pronto a su hogar.

Luna y Tierra nuevamente quedaron en silencio, pero el planeta habitable noto como poco a poco Luna se iba acercando a él, un pequeño sonrojo estaba en las mejillas de Tierra. Los dos se miraron otra vez pero esta vez los dos podían ver los detalles de sus ojos, Luna los ojos tan hermosos de Tierra aunque tenían humo en ellos y Tierra los brillantes ojos de su luna.

—Tierra, yo, me gustaría que los dos– un grito interrumpió la conversación.

Eran las lunas de Marte, se veían tan felices, dando el mensaje que su planeta les pidió darle a Tierra, otra partida de cartas junto con Venus y Mercurio, Tierra aceptó pero antes.

—¿Luna también puede ir a jugar con nosotros? Ya saben, para que no estén solo mirando, ustedes también podrían jugar.

—¡¿Nos enseñaría señor Tierra?! —preguntó Deimos emocionado.

—Claro pero no soy bueno ganando, pero les puedo decir las reglas y cómo es que se juega.

Las tres lunas y Tierra iban en camino a donde estaban los demás, Luna se sorprendió por como Tierra lo invitó indirectamente a jugar al igual como hablaba con las lunas que en algún momento solo llamo 'asteroides', estaba tan feliz y sorprendido por este gran cambio, como ya había dicho, con él no hubo cambio alguno; Tierra le trataba igual de bien estando solos. Pero estaba tan feliz de verlo así.

Ahora lo amaba mucho más que ayer.

𝐌𝐢 𝐩𝐥𝐚𝐧𝐞𝐭𝐚 [ tierra x luna ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora