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"Aveces sin darnos cuenta, nos convertimos en los héroes de otras personas"
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SUS TACONES ROJOS ANUNCIARON SU LLEGADA, Las puertas del elevador mostraron la imagen de la pelinegra con su cara neutra, salió del ascensor, tomándose por el pasillo con un moreno alto y musculoso.
—¿Azumi? ¿También te llamaron a ti? — pregunto el moreno.
—Buenos días para ti también Morel — saludo — ¿También? ¿A quienes más llamaron? —
El moreno se hizo a un lado, dejando ver a un pelinegro de lentes y traje, muy elegante como era costumbre de el.
—Buenos días Azumi—
—Buenos días Knov —
Ambos con una mirada seria y rostro neutro, algo común de ambos pero incomodo para el moreno que los acompañaba.
—Entonces... ¿Cual creen que sea el problema? —pregunto Morel.
—No lo se, el señor Netero solo me llamo diciendo que era urgente y me colgó — dijo Azumi, levantando sus hombros levemente, haciendo que a ambos hombre les bajara una gotita de sudor.
—Bueno, a nosotros nos dijo lo mismo— dijo Knov, poniendo una de sus manos sobre su mentón.
—¿Creen que seamos los únicos? — pregunto Morel.
—Descubramoslo— dijo Azumi, quien empezó a caminar hacia la puerta de la sala de juntas, siendo seguida por Knov, pronto pudo ver como Morel avanzaba de manera rápida y llegó a la puerta antes que ella.
—Las damas primero —abrió la puerta para ella.
—Gracias— dio un pequeño asentimiento.
Entraron a la sala de juntas, viendo a los demás integrantes prsentes, pronto visualizarlo sus lugares que, curiosamente, estaban juntos los tres, Morel de igual forma se adelantó y jalo la silla de Azumi hacia atrás, para que ella tomará asiento.
—Que caballero— dijo Azumi con un tono neutro y levemente divertido, que solo Morel y Knov pudieron percibir.
No era la primera vez que ellos se juntaban, pues en su pasado tuvieron misiones juntos, ocasionando que formarán una amistad entre ellos tres.
