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"Lloraré, lloraré lo necesario para no separarme de usted. " ° ° ° ° ° °
EL DISPARO RESONO EN LOS OÍDOS DE TODOS, incluso aquellos que estaban entre el público, el silencio abundo el el lugar, Azumi no tardó en reaccionar dejando en el suelo a la pequeña niña para golpear al otro hombre.
El hombre aun estaba confundido y su mente tardó en reaccionar ante el golpe, callo al suelo por la sorpresa y fue el momento donde Azumi aprovecho para manchar su mano de sangre del ahora cadáver y lamerla.
El cadáver empezó a moverse siguiendo la orden de proteger a la niña, pronto Morel regreso al lugar, encontrando a Azumi cargando una niña entre sus brazos y una persona con el cráneo agujerado intentando golpear a otro hombre.
—¡Azumi! —le llamo Morel.
—¡Aquí estoy! —
Azumi corrió hacia el con la niña en brazos quien se apegaba con fuerza al figura femenina.
—¿Estas bien? ¿Te lastimó el disparo? —preguntó Morel mientras examinaba el cuerpo de la pelinegra.
—No, estoy bien, me alegra que hayas disparado— le dijo con una sonrisa leve.
—... Yo no dispare... —
—¿Qué? —
Si Morel no había disparado y Azumi tampoco ¿quien había sido? Pronto el presentador empezó a gritar.
—¿¡QUÉ DEMONIOS ESTA PASANDO?! —
El grito alarmo a el público haciendo que toda la gente empezará a murmurar cosas, el presentador enojado busco a un culpable por el retraso y el disparo, encontrando solo el cadáver de un hombre luchando contra el que auns seguía vivo eso lo alarmo y lo primero que llego a su mente fue Zombies.
Azumi y Morel estaban fuera del cuarto, Azumi llamando a refuerzos para llevar ante la justicia a todo enfermo dentro del edificio, mientras el teléfono sonaba, un golpe en seco alarmo a ambos cazadores, estaba tan solo en la puerta de alado.
—Iré a ver, cuidala y cuidate ¿si? — le dijo Azumi mientras le daba la niña a Morel quien solo tomo el teléfono y empezó a hablar con el contrario.
Azumi se acercó a aquella puerta con cuidado, preparada para cualquier cosa posible que suceda tras esa puerta.
Abrió la puerta de manera rápida y se escucho otro disparo, quizás por suerte logró esquivarlo, la velocidad de aquella bala fue más rápida a la de una bala promedio, sus ojos pasaron a la habitación que era solo un armario.
