☁️ › Little Space || Yoongi ˚ ✧

12

─ ¿Yoongi? ─preguntaba en voz alta caminando por toda la casa─ ¿Dónde estás?

Pero no había ni una sola respuesta.

El resto de sus menores habían salido desde en la mañana a quien sabe donde, quedando solo el y Yoongi. Pero desde que despertó de su larga siesta no veía por ningún lado a el pálido.

Se le hacía muy extraño, pero sabía que a su menor aveces le gustaba dormir con los audífonos puestos así que suponía que por algún lugar de la casa debía estar.

─ Yoongi ¿Estas aquí? ─preguntó una vez más entrando a la cocina.

Pero tampoco había nada.

Frunció el ceño ya cansado y suspiró.

─ ¿Por qué nunca responden cuando los busco? ¿Piesan qué tengo poderes o algo así para saber dónde están a todas horas? Dios.

Caminó de regreso a su habitación con intención de ir por su celular y llamarlo.

Pero detuvo sus pasos al ver la puerta del baño entre abierta y con la luz encendida.

─ ¿Es una broma? Lo estuve llamando como por media hora y no me pudo gritar que estaba en el baño ─renegó caminando en esa dirección─ este niño.

Se detuvo a menos de un metro de distancia para evitar volar la privacidad de su menor.

─ Yoongi ¿Por qué no contestas, mocoso? Te estuve buscando por toda la casa ─regañó mientras se recargaba en la pared y cruzaba los brazos con intenciones de esperar a que su menor saliera─ tienes la puerta abierta ¿Sabes?

Guardó silencio en espera de una respuesta, un reclamo, una broma o algo.

Pero nada.

No hubo respuesta.

Frunció el ceño y se acercó un poco más, pero aún sin entrar o intentar ver por la puerta.

─ Yoongi, no es gracioso, responde o voy a entrar y burlarme de tus miserias ─habló un poco más fuerte creyendo que su menor no lo había logrado escuchar.

Nada, nuevamente, nada.

Soltó un pesado suspiró.

─ Yoon ¿Estas bien? ¿Te duele algo?

Lo mismo que la vez anterior. Silencio.

Dándose por vencido decidió entrar de una vez por todas, conocía a Yoongi, el chico era capaz de quedarse dormido hasta en la tasa del baño.

─ Voy a entrar ─avisó con anticipación.

Tomo la manija de la puerta y la abrió completamente para entrar.

Pero la imagen que lo recibió lo dejó totalmente petrificado.

─ ¡YOONGI!

corrió rápidamente hacía el cuerpo ensangrentado de su menor en la bañera y lo sacó como pudo de ahí.

─ ¡Yoongi responde! ¡Háblame, por favor! ¡Yoongi! ─lo sacudía entre lágrimas y desesperación.

El chico se encontraba más pálido de lo ya era, un color grisáceo y sin vida, con las muñecas escurriendo sangre sin parar al igual que su estómago y piernas.

En el mili segundo que erecupero poca cordura, acercó su oído al pecho de él chico para verificar que siguiera respirando.

Pero sus latidos eran tan lentos como el tic tac de un viejo reloj.

─ No no no no ¡No! ─sacó su teléfono y a como pudo marcó el número de emergencia─ ¡Rápido! ¡Se está muriendo!

─ Señor, necesitamos que se calme y nos diga en donde se encuentra y quien se encuentra en peligro ─respondió una voz femenina.