Contra tiempo ✔ [#2]

🌀 CAPÍTULO 29 🌀

Adham

El día que volvieron a Luz de Luna, fueron recibidos por las familias de los piratas de la tripulación de Adham. Muchas mujeres buscaron a sus maridos y, al enterarse de que habían muerto en una de las misiones, se echaron a llorar. Adham se sentía muy culpable al ver a tantas mujeres y niños llorando por las pérdidas de sus seres queridos.

Adham propuso hacer una ceremonia funeraria para honrar a todos sus hombres caídos, ya que todos habían sido fieles a él desde el primer momento.

Al día siguiente por la mañana se realizó la ceremonia. El día era muy nublado y fresco. No pudieron traer los cuerpos, ya que estaban en el fondo del océano, así que hicieron varias cruces de madera con los nombres de todos sus hombres. Llevaron las cruces al cementerio, a dos kilómetros del pequeño pueblo, y las encajaron en la tierra. Niñas pequeñas hicieron coronas de flores para colocar en cada una de las tumbas. Adham dio algunas palabras para recordar y agradecer a cada uno de sus piratas, apoyando a las mujeres y niños presentes. Elizabeth y Nerea ayudaban a consolarlas, mientras Read calmaba a una señora con su bebé en brazos.

Todo aquel día fue muy deprimente y doloroso. Sin embargo, con el paso de los días, la situación en la isla fue mejorando. Las mujeres que estaban tristes comenzaron a sanar y renovaron su promesa de lealtad a Adham, algo que él agradecía profundamente, aunque no podía quitarse el sentimiento de culpa.

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Elizabeth

Pasaron dos meses, y las cosas en Luz de Luna habían mejorado mucho. La nueva tripulación se había adaptado muy bien al lugar; muchos de los piratas aprovecharon para conocer la zona y construir nuevas propiedades. Read había comenzado a salir con una de las mujeres que había perdido a su marido, y pronto se hicieron tan cercanos que terminaron casándose.

Cuando todo empezaba a mejorar, Elizabeth y Adham decidieron comenzar a planear su boda. En menos tiempo del que esperaban, ya estaban celebrándola.

Elizabeth se encontraba en su habitación junto con Nerea, que la estaba peinando y arreglando para su gran día. Elizabeth llevaba puesto un vestido azul cielo de tul. El corsé tenía flores bordadas con hilo azul de un tono un poco más oscuro, con mangas flojas que llegaban hasta los codos. La falda era completamente de tul, adornada con flores azules. Nerea tenía el cabello rizado atado en un delicado moño con un listón azul cielo, y lucía unos aretes y un collar de zafiros que Dorian le había regalado junto con su anillo de matrimonio. Dorian y Nerea habían decidido casarse después de que naciera el bebé, para poder hacerlo todo con calma... y porque Nerea quería lucir un hermoso vestido de novia.

Nerea miró a Elizabeth por el espejo, y su sonrisa tierna la hizo querer llorar otra vez.

—Te ves hermosa, Lizzy —dijo con una enorme sonrisa mientras seguía peinando el cabello de su mejor amiga.