1+1 NO ES DOS [#Wattys2015]

19.¿Acaso no lo notas?

El partido había terminado, nuestro instituto había ganado por una diferencia de dos puntos. Los jugadores comenzaban a retirarse hacia las duchas y las gradas empezaban a vaciarse, muchas de las chicas iban tras los muchachos en busca de una aventura luego del partido.

Yo iba tras mi hermano, claro que eso no funcionó muy bien.

—Linda, ¿a donde vas?

—¿A quien le dices Linda?—pregunté a Adam que estaba justo frente a nosotros. Su equipo se pegaba a su sudoroso cuerpo, marcaba todo lo que tenía que marcar, y en mi interior sentí que eso no me desagradaba tanto como mi cara mostraba. Si lo pensabas bien, y mirabas a Adam con un ojo solo, era un chico agradable, divertido, y además era bonito. Muy bonito. Y eso era lo único agradable de él, porque las otras características, eran solo visibles tapándote un ojo, con miopía en el otro, y una distancia de cien metros entre tú y él.

—Si, Clint, a quién le dices linda?— dijo Ian con el ceño fruncido.

—No es asunto tuyo Summer.

—Oh yo creo que sí lo es.

Ambos chicos se miraban como si estuvieran compitiendo por algo, claro que yo no entendía por qué competían, necesité de unos minutos para observarlos como se miraban con el ceño fruncido, los labios apretados y sus puños listos para golpearse. Ian se mantenía firme detrás de mi.

—Ian, no es nada, dejalo.

—Dan, acaba de decirte linda, y no te agrado eso. Yo creo que si es algo.

—Ian, escucha.— dije plantándome de frente a el dejando a Adam a mis espaldas. Tome a Ian de sus hombros y lo mire a sus ojos, a sus claros ojos. Supe al instante que el no estaba mintiendo ni haciendo aquello por quedar bien, a el realmente le preocupaba.

—Dejalo, hay que hablar con Derek, si? Gracias igual.

—Bien— dijo entredientes. Caminamos alejándonos de Adam, pero éste no lo permitiría así de fácil.

—Si, mejor vete. No eres competencia para mi.— pero cualquiera que viera lo que ocurrió después, no diría lo mismo.

Como si yo no existiera entre medio, ambos se unieron golpeando a diestra y siniestra, gritando entre medio, cuando el aire llegaba a sus pulmones.

—¿Que vas a hacer niño aburrido?¿ Golpearme con tus números?

—¡Eres un idiota! ¡No puedo creer que a Dan le gustes!

—¿Que a mi qué?

—Oh, no te preocupes linda, se te nota— dijo guiñando, logrando colocarse sobre Ian sujetándolo de sus brazos impidiendo que le hiciera daño.

—Ya basta!—grité yo, pero no parecían tener intenciones de parar.

—No puedes tenerlo todo Arnold.

—Es Adam, Summer, entérate.

—Adam mis pelotas, no quiero que la toques.

—¿Y quién me lo va a impedir?— dijo Adam, aún sobre él presionando la zona de su cuello, haciendo que su respiración se entrecortara, y su rostro se volviera bordeaux con pecas.

—¡YO!—No, no fue mi hermano, ni fue mi padre, ni nadie más. Si alguien me iba a defender, esa era yo. Debo contarles que con una patada en lugares estratégicos cualquier hombre cae a tus pies, literalmente. Ayudé a Ian a ponerse de pie, Adam intentaba hacer lo mismo, pero su entrepierna debía de dolerle demasiado como para siquiera apoyarse.

—Eres un tonto.— dije golpeando levemente el hombro de Ian—¿Que tenias en mente cuando te tiraste contra él?

—Bueno, yo, eh...

—¡¿QUE TENIAS EN MENTE?!—grité desesperada, el chico aún continuaba con ese tono rojo en sus mejillas, y claramente estaba adolorido, además de que en sus muñecas estaba la marca provocada por la presión sufrida por el agarre de Adam.

—¡A TI! ¿Acaso no lo notas? Esto de ser amigos, nunca funcionó para mi. ¿Qué parte no entiendes? Nunca quise entrar al equipo, ni ganar en absolutamente nada, yo no lo necesitaba, solo te necesitaba a tí, de vuelta a mi lado.

Lo que Ian decía me enfadaba, hacía que mi cerebro bailara una salsa, todo aquello que decía no tenía sentido, eran puras palabras escupidas de su boca. No entendía por qué las decía, no entendía nada de lo que estaba haciendo.

Y entonces me fui.

Los dejé a ambos allí en el campo de fútbol, los dejé sin que me importara lo que les sucediera, mi intención era hablar con mi hermano. Y en eso era lo único en lo que tenía que pensar entonces, no podía pensar en lo que habían dicho. No podía gastar tiempo pensando en qué quizá Adam si me gustara, porque eso era de chicas de color rosa que vomitan flores y corazones. Y yo no era así. No podía gastar mis neuronas dandole vueltas por horas a aquellas palabras queIan mencionó. Aunque cierta vocecita en mi mente me decía que más tarde mi mente no estaría haciendo más que pensar en aquello.

Caminé hecha una furia entre los pocos espectadores que quedaban, busqué a mi hermano, encontrándolo sólo caminándo en dirección a casa.

—Derek!— pero no se movió.

—Derek!— y seguía caminando.

—Derek Miller! Te detienes ya, o alquien va a saber lo que traes puesto. —y entonces se detuvo, y hasta volteó para verme, su cara de sorpresa no tenía precio.

—¿Cómo?Tu no...¿Cómo?

—Se distinguir la remera que traes ahí abajo, por más que la escondas hermano.

—No le digas a nadie, no le cuentes a papá, por favor.— parecía realmente asustado.

—¿Por qué? ¿Por qué lo escondes? No es nada malo Derek...

—Papá no lo entendería.

—Tienes razón.—Comencé a caminar junto a él, ibamos ambos muy cansados, metidos en nuestros propios problemas, y mi instinto de mujer, que no afloraba muy seguido, me dijo que tenía que hablar con él. Mi hermano necesitaba a su hermanita, necesitaba que alguien l oescuchara,

—Derek, ¿quieres hablar?

—¿Lo dices en serio?— dijo mirándome con esos ojos enormes llenos de esperanza.

—Claro que sí hermano. David no está aqui, y creo que necesitas hablar con alguien.

Oh si! Capítulo!!!!! Qué les pareció?

Espero que les haya gustado!

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Nos leemos el próximo viernes (lo prometo).