2.Primera Hora

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Primera clase del día, Matemáticas.

La clase que todos odian, menos yo.

Lana, se sentó a mi lado como hacía desde hace varios años. Ella, es una rubia platino, alta y elegante, y por supuesto apenas se sentó comenzaron los silbidos y murmullos de parte de la población masculina en el aula. A ella no le molestaba, ya estaba acostumbrada a eso, era parte del oficio. Yo por mi parte cuando me senté escuché.

-Auch! Hija de...-Ya todos saben como sigue ese insulto. Me di vuelta para localizar a la persona que lanzó esas palabras. Estaba en la última fila de asientos justo detrás de mí. Su cara se estaba poniendo roja y sus ojos parecían que se le fuesen a salir. A éste que le pasaba? Creo que es uno de los jugadores del equipo de fútbol.

-A ti que te pasa?-Le pregunté.

-Me aplastas el dedito!

Mire hacia abajo..Ahh...ahora lo comprendo. Mi silla, conmigo encima, estaba sobre el pie del pobre. Me moví.

-A la próxima ten mas cuidado de donde metes tu pie.

Él sólo me miró fastidiado y volvió su mirada al frente. Todos se mantenían callados. Que extraño.

-Santa madre

-Dios que ojos!

-Me muero ahora mismo.

Qué está pasando? Me volteo y veo a cada mujer de la clase, incluyendo a Lana, babear y decir bobadas de esas. Busco la causa y la encuentro justo al frente del salón caminando entre los bancos buscando un lugar libre. El chico que estaba perdido. Ese que les dije que me parecía familiar.

Por unos segundos logro comprender la razón de los suspiros. A pesar de que no parecía ser mucho más alto que yo, el chico estaba más bueno que el chocolate! Nah, mentira, eso no es posible. Pero si estaba bastante aceptable. Ojos verdes casi azules, un cabello desordenado entre el color oro y el bronce, y esa sonrisa...madre mía! Además de que tiene un físico impresionante! Pero claro, eso fue solo por un momento. Segundos después viene y se sienta en el asiento frente al mio! Me tapa toda la clase! Bueno, no toda, pero es difícil para las personas bajitas vivir en un mundo así!

-Ey tu.

No obtuve respuesta

-Que acaso no oyes?

Seguía sin responder.

Y su actitud comenzaba a enfadarme.

-Ey.

Seguía perfectamente callado mirando al frente del salón, la profesora entro a clase, una mujer no muy vieja ni muy jóven. Y comenzó a anotar unas cosas en el pizarrón.

Unas cosas que no lograba ver.

-Oye, tu, el imbécil que está delante de mí-dije levantando un poco mi voz.

-Señorita Miller, se que es usted, deje de decir palabras inapropiadas para una clase.

Oh si, yo la conozco a esa señora, es mi profesora de matemáticas desde que entré al instituto. Y tengo una relación un poco especial con ella, no, no nos odiamos, soy su alumna favorita.

-Lo siento señorita, pero el menso que tengo adelante no ha notado que mi estatura no me permite ver un pomo de lo que ha escrito.-dije en un tono un tanto dulce.

-Puede moverse un poco a un lado?, señor...-la profesora intentaba recordar su nombre, pero al parecer es nuevo, así que comenzó a buscar en la lista que decía nuestros nombres. Pero el inútil habló primero.

-Ian.

-Y a mi que?-dije-Ni que el que te llames Ian te haga encogerte así puedo ver lo que hay en el pizarrón.

La profesora parecía haberlo encontrado en la lista.

-Por favor señorita Miller córrase un poco a su derecha y el señor Summer puede hacer lo mismo a la izquierda, y listo. Los dos felices.

Porque había algo raro en eso que dijo? A ver Dan recalculemos, tu puedes, piensa. No es tan difícil... "Señorita Miller a la derecha" comencé a repetir, había algo que no me cerraba. "Y el señor..."

-Por la mierda!- exclamé.

-Daniel Miller, me va a obligar a llevarla con el director el primer día?

-No señora.

Respondí. Mientras la profesora se volteaba y continuaba escribiendo, y el ruido de lápices y lapiceras rozando las hojas nuevas comenzó a sonar, me incliné sobre mi mesa. Me incliné aún más. Y cuando estuve cerca como para que nadie más me oyera hablé.

-Así que eras tú idiota, el mismísimo Ian Summer.

Él volteó y me dirigió una sonrisa con sus perfectos dientes.

-Pero que ven mis ojos? Daniel Miller en persona.

Y yo sonreí en mi interior.

1+1 NO ES DOS [#Wattys2015]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora