Ahora

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Te fuiste en silencio, como cuando llegaste;
me dejaste abandonado a mi suerte,
con la cabeza hecha un desastre
y mordiéndome los dientes.

Con el orgullo herido,
como un perro sin dueño,
semejante sin sentido,
Dios expulsado del cielo.

Caminé por los callejones de la melancolía,
escondiéndome para no verte;
lamiéndome las heridas
en bares de mala muerte.

Ahora me río de las dudas,
celebro mi mala suerte.
Sobreviví a los besos de Judas
y a la sonrisa de la serpiente.

Ahora que confundo lo mundano y lo sagrado,
perdono a los demonios por sus pecados,
mientras los ángeles me enseñan a pecar.

Después de este ritual maldito,
aprendí a comer sin apetito;
a no morirme si te vas.

Ahora que ya no me duelen las heridas,
me detengo a oler las flores;
mientras juego en el jardín a las escondidas,
escapo del mal de amores.

Ahora que te disculpas por todo,
"ahora que no te pido lo que me das",
ahora que nacen rosas en el lodo,
ahora el diablo quiere firmar la paz.

Ahora regresas con lágrimas en los ojos,
queriendo encender lo que se ha apagado,
pero mis manos ya no buscan tus cerrojos,
ni mis labios desean tu pecado.

Ahora podría verte y no reconocerte,
ahora podría tocarte;
pero ya no me divierte...

-Jorbin Pineda

Cicatrices del alma: Versos de amor.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora