Séptima página

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Esto empieza a parecer un medio de mensajeros en vez de un diario personal. No, no las tengo, no quiero recordar el momento en donde llegué a usarlas en tu contra y mucho menos quiero recordar el momento en donde violé tu privacidad.

Me arrepiento de mis acciones, tal vez las palabras digan poco pero las acciones dicen mucho.

Pregúntale a la luna cuántas lágrimas he derramado. Pregúntale a Dios cuántas veces he orado por nuestro amor. Pregúntale al techo de mí casa a dónde voy para recordar los mejores momentos de nuestra relación.

¿Creés que pueda volver a hacerlo? ¿Qué persona haría tal cosa otra vez después de vivir las dolorosas consecuencias?

¿Aún recuerdas cuando me hablaste? Después de terminar, me mandaste un mensaje. En él escribías todo el arrepentimiento que sentías, la soledad que te consumía y los lamentos que me deseabas. Yo en ese momento también estaba igual de mal, pero acepté, te acepté esa solicitud no por pena, ni por nostalgia, lo hice porque te amaba y te amo, porque no podía dejar que cargaras con todo ese peso en aquel momento. Los dos lo cargamos, al principio fue difícil, pero nos acostumbramos.

Dijiste que te salvé, que si no fuera por esa solicitud posiblemente tu hubieras muerto de hambre. Hubo momentos en donde el amor no pareció mutuo, lo acepto, también hubo momentos en donde parecía que te dejaba y te hacía sentir sola, también ni lo niego, pero no miento cuando te digo que no amor por ti ha desaparecido. Aún te sigo amando como el primer día en que me enamoré de vos y eso es algo que nadie o nada podrá cambiar.

¿Podrías salvarme? Me pregunto. Posiblemente tu respuesta sea que no, que no es el momento, pero recuerda en que situación estaba yo cuando acepté tu solicitud.

No te estoy obligando a qué lo hagas, hacelo si querés, sálvame, te lo agradecería mucho. Pero si no es así, entonces no hay problema, seguiré sufriendo las consecuencias.

Tengo todo el día libre, sin nada que hacer, solo sufrir la soledad de mis acciones. Mañana también tengo todo el día libre, igualmente sufrimiento del arrepentimiento. Solo deseo poder pasar una tarde con vos.

Te amo transfinitsmente, por siempre y para siempre, y eso es algo que jamás podrá cambiar. Dices que no me haces feliz pero yo te diré algo.

Solo con ver un mensaje tuyo me subirias los ánimos de seguir viviendo.

Mi diario personal no tan personal Donde viven las historias. Descúbrelo ahora