Martes 3 de septiembre.
Creo que empezaré a escribir devuelta, no sólo en este diario, sino también en otras historias que tengo en mente.
Me encuentro en un estado emocional casi neutro, no sé cómo sentirme, pero el más dominante es la confusión; de saber que sería de nosotros si estamos juntos.
No lo sé, yo quisiera estar con ella, y no miento, pero es mí mente la que me juega malos momentos. Quisiera saber si lo nuestro funcionaría, si podríamos formar una familia y verla crecer juntos, de la mano.
Lamentablemente, no se podrá podrá, ¿Por qué? Por solo una estúpida mente que ni sabe relacionarse y se toma cosas normales como malas.
En fin, ayer fue, quizás, el mejor día del año.