masquerade [Fyozai]

二

Capitulo 2 二

El brillo mañanero del sol a través de la ventana hizo que dazai gimiera con desgana. apretó la cabeza contra la almohada, tapándose los ojos con fastidio. la nieve reflejaba la luz y era demasiado brillante para sus ojos. de mala gana, dazai se levantó de la cama, cogiendo su camisa del suelo. estaba algo arrugada, pero no importaba, de todas formas, aquí nadie le conoce. se pasó una mano por el pelo desordenadamente antes de calzarse los zapatos y salir a desayunar. dazai pensaba ir a los lugares turísticos de san petersburgo, ya que no había nada que hacer mientras esperaba a que le borraran el expediente.

el primer lugar al que decidió ir fue la catedral de san isaac. había oído que era un lugar maravilloso y estar en un lugar turístico era lo más discreto que podía hacer en ese momento. desde luego, hacía honor a su reputación, con pinturas maravillosamente detalladas en los techos de las cúpulas y detalles dorados contra las paredes blancas. el alto techo daba a dazai una sensación numinosa, como si él fuera tan diminuto comparado con el edificio y, por extensión, con dios, supuso.

"que haces aquí?" una voz familiar pregunto, para nada sorprendida, pero parecía por la pregunta.

Dazai se dio la vuelta, "ah dostoyevsky, ¿verdad?" ¡qué alegría encontrarme contigo aquí! ¿sueles visitar lugares turísticos o hoy es una ocasión especial?" miró de arriba abajo al hombre de pelo plateado que tenía a su lado. llevaba una trenza y tenía unos interesantes ojos ambarinos. mientras que su ojo izquierdo era vibrante y estaba lleno de vida, el derecho estaba vacío de toda luz. "No quiero interrumpir si ese es el caso".

"No te preocupes", murmuró al hombre de pelo plateado que tenía al lado, que le devolvió la sonrisa, metió la mano en el bolsillo del pantalón y sacó lo que parecía un teléfono desechable.

"¿ni siquiera vas a presentarme?", dazai hizo un mohín, observando al hombre que doblaba la esquina.

"Tal vez en otra ocasión", miró al moreno. "¿Qué haces aquí exactamente? No me pareces el tipo de persona que visita lugares como éste".

dazai se encogió de hombros. "Quizá me gusta cambiar de aires de vez en cuando. No lo sabes".

"Yo no." dazai miró el perfil molesto del hombre mientras tecleaba en su teléfono. dostoyevsky levantaba la vista de vez en cuando y echaba un vistazo a un hombre al otro lado del pasillo. no era muy atractivo, de baja estatura y complexión fornida, con un traje caro.

"¿El es importante?", preguntó Dazai, bajando la voz a un murmullo bajo.

dostoyevsky miró de nuevo al hombre antes de volver a prestar atención a su teléfono. "No, sólo un diplomático". Guardó el teléfono con una pequeña sonrisa. "¿tu opinión sobre el ballet mariinsky?"

"Vaya, ¿es esta la forma que tiene fyodor de invitarme a una cita? lo siento, pero no me interesa", se burló dazai, tomando nota mentalmente de la marcha del diplomático.

"¿En serio? Pensé que te gustaría ver algo entretenido". dazai sabía que no se refería al ballet. a juzgar por su forma de actuar, probablemente tenía que ver con el diplomático, y se daba cuenta de que dostoyevsky tenía algo siniestro en mente.

"Bueno, si lo pones así, ¿cómo puedo negarme?", el ruso sonrió con aprobación ante su respuesta.

"Bien. Tenemos una hora para matar el tiempo, ¿te apetece comer algo?" Le entregó un billete a Dazai, haciéndole enarcar una ceja.

"¿No son caros estos billetes? ¿Con quién pensabas ir?"

"¿Por qué? ¿Triste porque no eres mi primera opción?"

"¡Ya te gustaría!" Siguió al ruso por el camino. "Entonces, ¿a dónde?"

"Bueno, hay un pequeño y pintoresco café cerca, lo bastante asequible para tu presupuesto de turista, además".

dazai hizo un mohín ante el comentario sarcástico como un niño. "¡No soy pobre, dostoyevsky!"

el ruso se detuvo, apartándose de la puerta que estaba a punto de abrir y miró a dazai de arriba abajo. "¿entonces por qué sigues llevando la ropa de ayer con esa pobre excusa de chaqueta?" dazai balbuceó una excusa mientras dostoyevsky les pedía algo de comer.

dazai puso los ojos en blanco y encontró una mesa para dos junto a la ventana, cubierta de exuberantes hojas verdes que colgaban de las macetas suspendidas. dazai se sentó, canturreando perezosamente. dostoyevsky le alcanzó un plato que contenía un sándwich de semillas de amapola de aspecto elegante y una taza de café negro.

"¡Realmente me estás malcriando, dostoyevsky!" dazai se inclinó hacia delante, sonriendo al hombre mientras se burlaba dando un sorbo a su café. dazai le observó dar un mordisco tentativo a su propio bocadillo. "¿Eres exigente con la comida?"

"Por supuesto. ¿tú no?", rió dazai, dando un mordisco a su bocadillo.

"En absoluto". dazai observó al hombre mientras seguía comiendo, algo intrigado. era interesante la forma en que sus ojos revoloteaban un poco con cada bocado, la forma en que sus ojos parecían perder el enfoque mientras se perdía en su hilo de pensamientos, sorbiendo su café.

"¿qué pasa?" dostoyevsky miró a dazai y tuvo que reprimir su sorpresa cuando sus ojos de baya se encontraron con los de espresso de dazai.
"no, nada. das bocados como un ratoncito, es realmente inquietante".

"Ni siquiera has tocado tu comida". dazai se encogió de hombros, bebiendo su café, ignorando la sonrisa del ruso.