9. Más días

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Celina

2:16 A.M.

Me levanté algo sudorosa, no había tenido una pesadillo o algo así, simplemente fue la incomodidad, no de la casa o de la cama, era saber todo lo que pasó en un día, miré mi alrededor y encontré mi maleta, supuse que ya la habían traído y la pusieron ahí para tenerlo a la vista, me levanté para caminar hacía mi maleta sacando un polo grande para que sea cómodo para mí, y me cambié de medias.

Estaba en el piso ya cambiada, solo no tenía pantalones, porque solía usar los boxers de Oliver, pero ya no es así, me acerqué a abajo de la puerta a ver si había alguien afuera, pero todo se veía oscuro, no habido ruido, tenía mucha hambre, lo pensaba mucho pero tomé mucho valor para salir y abrí la puerta, estaba todo oscuro, no es que tenga miedo a la oscuridad, solamente, me daba un sentimiento de soledad, preferiría los días soleados de primavera, o los días lluviosos, pero con el cielo alumbrando. No se que me dio, pero corrí por todo el pasadiso sin hacer bulla, hasta llegar a la entrada de la cocina-comedor, miré a mi alrededor buscando algo, hasta que lo encontré. Apreté el interruptor y ... sentí atrás mío una sombra, alguien estaba ahí, no había duda, tal vez lo había despertado, quien sabe, tal vez estaba ya despierto. Tenía tanto nerviosismo cuando sentí que la mano de esa persona paso por mi hombro apartando mi cabello, me mordí el labio, mientras cerraba mis ojos, deseaba que fuera un sueño, sentía un aura caliente que se acercaba a mi oído...

-"Que haces despiertas tan temprano" —escuché esa voz grave que fue fácil reconocer, abrí mis ojos y voltíe a verlo, mala idea... me tenía atrapada con el corto espacio entres su cara y la mía, podía ver sus ojos era como si botaran fuego, no por enojo si no por lujuria, tal vez esta alusinando pero lo ví tan real. — "contéstame."

Me hizo salir de mi mini trance y me aparte para verlo decentemente, sin embargo, el no parecía serlo, estaba en pantalón de pijama de cuadros rojos con negro, no tenía camiseta, podía ver su cuerpo, no era tan formado, pero al menos lo tenía marcado, no era exagerado, podía verse como una escultura griega, ni hablar de lo serio que parecía, mirándome como si quisiera devorarme, pero lo más probable es que así miraba a todos, apesar del poco tiempo que nos hemos visto, renegaba, como si mi presencia le molestara, pero hace unas horas había resultado que no era así, y quien sabe, tal vez ahora me lo iba a demostrar. —Perdona... tenía hambre...  y salí si habían quedado bocaditos o algo... —vacilé un poco por lo último que dije, estaba cien por ciento segura que era posible que los chicos se le hayan acabado cuando yo dormía.

-uhumm.... —Enzo me miró de abajo para arriba, como si me chequeara.—ven... —se acercó a la cocina, para sacar de la refri leche y cereal de la cajonera de arriba. —¿te gusta el cereal con leche? —No evité sonreír por lo que dijo, acercandome a la encimera.

-¿Esa es tu especialidad de la cocina? —dijé con sarcasmo mientras me sentaba.

-¿Y la tuya la de provocar?... —su voz era ronca.

Me dejó helada por lo que había dicho pero en cierta manera yo comencé.

-Siempre fue lo mío. —respondí, sacándole una sonrisa. —si como, no te preocupes..., gracias por ayudar. —dije mientrase servía cereal y leche en el plato que me dió.

-Okey... —me miró de reojo.

-¿Qué? —sonreí mientras lo miraba.

-Nada.

-Dime... me gana la curiosidad. —dije mientras metía el primer bocado a mi boca.

Se acercó hacia a mí, posicionándose atrás mío. Podía sentirlo, mi columna vertebral estaba temblando, me ponía los nervios de punta, cada cosa que el estaba haciendo, era como si hubiera cambiado de un día para otro. Pero no me diagustaba ese cambio...

where are you? - Enzo VongrincicDonde viven las historias. Descúbrelo ahora