5

107 11 2
                                    

―✧˖° ♛ °˖✧―

8 meses

Narrador omnisciente

-¡Prepárate para morder el polvo, _____! ¡Hoy seré yo quien se lleve la victoria en nuestro duelo!-
Era un dia más en aquel navío narniano, el sol brillaba sobre el barco y todos los narnianos disfrutaban se un rato libre a su manera.
El gran ratón y la joven se batían en duelo sonrientes.

La joven rió al escuchar las palabras de su amigo.
-¡Ja! No subestimes mi destreza con la espada, Reep. Estoy más que lista para mostrarte quién es la verdadera maestra aquí.-

-¿Verdadera maestra? ¿Acaso olvidas quién fue quien te enseñó a usar la espada?-Sonrió el roedor.-Te lo advierto, no te contengas demasiado. No quiero que llores después de perder.-

-¡Hablas mucho y haces poco! ¡Vamos! ¡Que tu espada hable por ti!-La chica y el ratón pelearon como es costumbre algunos tripulantes observaban el duelo.
La chica y el ratón a parte de ser parte de la alegría del navío también eran bastante entretenidos. Sin duda todos estaban feloces de tenerlos a ambos a bordo.

Los dos piratas luchaban en duelo, intercambiando bromas y risas mientras se enfrentan con sus espadas en un combate amistoso pero lleno de energía, disfrutando de la emoción de la competencia en su tiempo libre. Como era costumbre el ratón aprovechó su tamaño y agilidad para subir rápidamente por los cordajes que llevaban al palo mayor escuchando una queja por parte de la chica.

-¡Oye, hemos dicho mil veces que eso no vale!-
-¿Escucho lloros, _____?-
-No es mi culpa no ser del tamaño de una sandía.-Se quejó de nuevo divertida ofendiendo al ratón.
-Si quieres ser una buena pirata tienes que saber hacer movimientos rápidos, deja de llorar y sube para seguir peleando.-Le dijo el ratón a lo que ella sonrió y empezó a subir las cuerdas, no fue tan rápida como su amigo pero se podía defender bien.

Al verla el ratón rió feliz al ver que el duelo continuaba y siguió subiendo, está vez con su amiga tras de él hasta llegar al palo mayor donde continuaron con su duelo amistoso hasta que murmullos y gritos de alerta en la cubierta alertaron a ambos.

-¡Náufragos!-Gritaban desde abajo.-¡Tres náufragos al norte!-

―✧˖° ♛ °˖✧―

-¿Cómo crees que estará?-Preguntó el adolescente pelinegro a su hermana pequeña quien no tuvo que preguntar para saber a quien se refería.

Tan solo había pasado un par de semanas desde que ella "se marchó" y no había un dia en el que Edmund Pevensie no demostrase su preocupación por la chica.

-Estará feliz, viviendo aventuras en Narnia.-Habló la pequeña.-Quizás ha vuelto a ver a Aslan o quizás ahora es la guardiana oficial del rey Caspian X.-Sonrió.-Estará bien.-
-Eso sí no han vuelto a pasar 1500 años...-Murmuró él haciendo que Lucy no le escuchase bien.
-¿Qué?-
-Lo llevo pensando desde que se fue. ¿Qué pasa si han vuelto a pasar siglos en Narnia? Tal vez ni Caspian ni Reepichip ni Trumpkin estuvieran en Narnia cuando ella regresó. Tal vez está en una guerra, tal vez ya ni siquiera está. Fue a Narnia no sabemos que es lo que está viviendo si es que sigue con vida.-Habló él chico pesimista.

-Si estuviera en peligro estoy segura de que ella misma nos habría hecho volver.-Habló Lucy.-El cuerno de Susan sigue ahí y si ella no lo hubiese utilizado el propio Aslan nos habría hecho volver, dudo bastante que haya habido cualquier tipo de problema grave.-Trató de calmar Lucy a su hermano mayor sentandose a su lado en la cama.

-Además recuerda la carta que te envió Susan. Cuando ____ vuelva podrá.-

-Ese es el problema.-La interrumpió Edmund.-No estamos seguros de cuándo va a volver ni siquiera sabemos si lo va a hacer. Tan solo han pasado unas semanas y no tener ni idea de lo que le está ocurriendo a ella me está volviendo loco.-Edmund se levantó y dejó el libro que estaba leyendo antes de empezar la conversación con su hermana sobre el escritorio de la habitación con un golpe seco
-¡Es frustrante! ¿Por qué no podemos recibir una señal clara, algo que nos indique el momento adecuado para regresar? Cada día que pasa sin saberlo me hace sentir más ansioso e inseguro. Ojalá pudiera tener al menos una pista, una pequeña señal que nos diga algo.-
Edmund suspiró y su hermana trató de darle una sonrisa tranquilizadora a través del espejo frente al que se paró el chico.
-Lo siento.-Se disculpó él. Lucy negó.
-Es normal, yo también me siento así.-Habló ella y también se levantó acercandose al único cuadro que había en el cuarto.

||The Story|| Edmund PevensieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora