||The Story|| Edmund Pevensie

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-¡Lucy!-Gritó Edmund buscando a su hermana con la mirada.

-Caspian, levanta, Lucy no está.-Dije zarandeandolo para despertarlo, en cuanto lo hizo él despertó a Drinian quien obligo al resto de la tripulación a hacerlo también.

Todos nos adentramos en el bosque sacando nuestras espadas por si acaso alguien o algo nos atacaba por sorpresa hasta que llegamos a un campo extraño el cual me recordaba por alguna razón a Alicia en el país de las maravillas.

-Edmund, la daga de Lucy.-Dije agachándome para agarrarla al verla tirada en el suelo pero antes de poder dársela a Ed un montón de lanzas fueron tiradas hacia nosotros.
Por suerte ninguna hirió a nadie.

Quien quiera que las haya tirado tiene una puntería horrible.

-Quietos ahí o pereceréis.-Nos alarmó una voz extremadamente grave justo antes de empezar a golpear a Caspian y a algunos tripulantes más.

Fruncí el ceño al notar que sea cual sea el ser que nos atacaba era completamente invisible.

Finalmente nos vimos rodeados por nuestras propias espadas las cuales esas criaturas nos robaron tras darnos una buena golpiza a cada uno.
Aunque realmente no fue nada grave todos acabamos en el suelo desarmados.

-¿Qué clase de criaturas sois?-Preguntó Caspian.

-Somos grandes, con la cabeza de un tigre y el cuerpo de...de...-La misma voz grave de antes empezó a hablar.
Fruncí el ceño al ver que parecía estar improvisando todo lo que decía.
-Y el cuerpo de un tigre diferente.-Habló otra de las criaturas, está al contrario tenia una voz aguda incluso llegando a ser graciosa.

Las demás criaturas le apoyaron en eso y el que parecía el líder volvió a hablar.

-¡No volváis a meteros con nosotros!-Habló y achiné mi mirada al empezar a notar la forma de dichas criaturas.
-¿O qué?-Preguntó Edmund mientras las criaturas se volvían cada vez más y más visibles.
-¡O de un zarpazo morirás!-Habló uno de ellos.

Reí al ver como eran las criaturas en realidad.

Tenían la mitad superior del cuerpo igual a la de un humano pero la otra era solo una pierna con un pié enorme, cada una de las criaturas que nos amenazaban eran uno de esos subido a los hombros de otro para parecer más altos.

-¡Y con mis colmillos os atravesaremos!-Añadió otro de ellos sin notar al parecer que ya eran visibles.
-Y con mis dientes os descuartizaremos.-Habló finalmente el lider quien era uno de ellos muy muy viejo.

-¿Y luego nos aplastareis con vuestros barrigones?-Preguntó Ed vacilante haciéndome reír.
-¿O nos haréis cosquillas con los pies?-Añadió Caspian haciéndome reír de nuevo al igual que al resto de la tripulación mientras los seres extraños se daban cuenta de que eran visibles y se caian de los hombros de los otros al desestabilizarse.

-¡¿Qué le habéis hecho a mi hermana, enanos?!-Les amenazó Edmund con su espada mientras los demás terminábamos de reír.
-Eh...tú...tú calmate.-Fue lo único que dijo el viejo de una pata.
-¿¡Dónde está!?-Insistió Edmund mientras los demás de su grupo de enanos le insistían en que se lo dijeran.
-En la mansión.-Habló finalmente el viejo.
-¿Qué mansión?-Preguntó Ed ya que desde aquí no se veía ningún tipo de construcción, tan solo arbustos con formas extrañas.