complejos complejos y mas complejos

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oh oh, buenos días princesa, noto como mi madre abre mi puerta, "si, princesa". Me levanto y comienzo a escribir.

20-12-14

Querido diario, viendo que eres mi único amigo de confianza, voy a contarte lo que ha pasado en estas semanas, como todas las mañanas me visto y me arreglo para ser otra chica totalmente distinta a la que soy, bajo y hago como si desayuno, aunque realmente no sirve de mucho... Antes de partir hacia el infierno, me miro en el espejo y vuelvo a poner la máscara de "me da igual todo" y me voy hacia clase. Estos últimos días las chicas de mi clase parecían estar mas calmadas, pero hoy... oh dios... hoy, me encerraron en el baño, en el baño más sucio y apestoso de todos, y empezaron a insultarme como suelen hacer todos los días, intenté salir, pero la puerta estaba atrancada, lo único que pude hacer fue quedarme sentada en el inodoro llorando, llorando por ser tan cobarde, y no poder hacer nada. Tardaron horas y horas en sacarme de ahí, la verdad el baño olía a mierda como mi vida en general. Oí como la gente entraba y salía del baño, e ignoraban mis suplicas, como hacían oídos sordos. Cada día me doy cuenta que el ser humano es egoísta y cruel... muy cruel. Solo buscan beneficio propio, a parte de egoístas también somos miedosos, el miedo controla nuestras vidas, a causa del miedo perdemos muchas oportunidades, por el miedo a ser juzgada, yo, me disfrazo de otra persona. Por el miedo a que le partieran el corazón esa chica nunca dijo nada a aquel chico, y ese amor mutuo se desvaneció en el aire. Cuando al fin logré salir de aquel baño, por mi cuenta obviamente, caminé cabizbaja por el pasillo, mientras las otras chicas me miraban por encima del hombro. Al igual que siempre mis pies seguían doliendo por mis zapatos, salí del instituto antes de tiempo y caminé, sin rumbo, quería perderme, necesitaba perderme. A pocos metros de mi con mis pies ya sangrando a causa de las ampollas, había una iglesia, soy atea, pero decidí entrar. A varios bancos de mi se encontraba el altar, con un Jesucristo crucificado. Me acerqué ahí y seguidamente miré aquel cuerpo yerto en la cruz.

-Dime, ¿que tengo que hacer?- Pegunté apenas audible sin hallar ninguna respuesta por parte de este. -lo suponía.- Me di la vuelta y salí de aquel lugar. Muchas veces no entiendo porque la gente pide consejo a Jesús, al fin y al cabo es humano, únicamente mira por el bien propio. Continué con mi camino, sin destino alguno, sabiendo que mis pies estaban muertos de cansancio, pero el dolor que sentía antes, ya no lo sentía, terminas acostumbrándote. Vi un parque cerca de mi y decidí sentarme en un banco. Contemplando como la gente pasaba  a mi alrededor pensando en sus cosas y problemas. Una chica de pelo negro se sentó junto a mi, y también se quedó mirando hacia el mismo punto de mira que yo.

-¿Sabes que?- me dijo con voz tenue y cansada- mi vida al igual que la tuya es una mierda- me mira a los ojos.

-¿y como sa...sabes que yo...?- me cortó

- se te nota en los ojos, no eres feliz, a parte, tus pies me dicen que estas cansada, y que no quieres llevar esos zapatos, los cuales te hacen herida- me dice- mi nombre es Lili, tengo 16 años y acabo de escaparme de mi casa,  mi padre casi mata a mi madre de un golpe, y lo único que he sabido hacer es huir, huir de esta situación. Y por lo que veo tu también estas huyendo, huyes de algo, que te hace mucho mas daño que esos zapatos.- Recuerdo todas las palabras que me dijo y las apunto en mi diario, me ha dado su numero, y aún no me lo creo, una chica quiere acercarse a mi, no me lo explico.No creo que sea arte de magia, pero tampoco creo que sea un milagro, simplemente casualidades. Ya son las 9 de la noche y como siempre me vuelvo a sentar en mi escritorio, y escribo todo lo que me ha pasado, después de quitarme otra vez mi disfraz, mis odiados zapatos, escribo a mi, por ahora único amigo, mi querido diario.

Como ser una princesa- Nerea GarcíaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora