Ojos de Luna - LeoKat

Capítulo 16: El destino de toda Fengari.

Isaure caminaba por los pasillos de la Universidad absorta en sus pensamientos más profundos, ni siquiera prestaba atención a Nicholas, quien no paraba de hablar acerca de planificar la fiesta de cumpleaños perfecta para ambos. La gemela nunca había estado muy interesada en las grandes celebraciones relacionadas a su nacimiento. A pesar del increíble parecido que tenían entre sí por ser gemelos, sus personalidades distaban mucho de parecerse respecto a la forma de socializar. Aun así, ver a Nick tan emocionado le hacía feliz, por lo que no pondría ninguna resistencia a la organización de la fiesta, simplemente se mantendría al margen y lo apoyaría con su presencia.

Lo cierto es que Isaure no tenía cabeza para fiestas actualmente, tenía asuntos más apremiantes que tratar, como por ejemplo su abuela y el más reciente correo que había recibido, lo cual eclipsaba con creces la emoción contagiante del griego; que su abuela le escribiera personalmente para cenar a solas con ella, antes de dicho evento, no parecía ser un vaticinio de buenas noticias. Al menos no para ella, ya que la inminente visita de su giagiá (como solía llamarla de cariño) no parecía ser un problema o impedimento para los planes de su hermano.

Por otra parte, seguía pensando en el reciente descubrimiento de la relación entre sus primas con Erik y el misterio detrás de la rotunda negación a un posible matrimonio con el hombre. No es que pensara casarse con él, simplemente le incomodaba la idea de no poder hacerlo si así lo deseara.

—Entonces... entraríamos al mismo tiempo al salón. Yo desde la plataforma levadiza y tú bajarás sentada en una lyra acrobática... podrías practicar algunas poses previamente —aquel último diálogo del monólogo de su hermano terminó por llamar su atención.

—¿Una... lyra? —preguntó confundida y preocupada.

—Sí. Acrobática... busca videos de rutinas, sería espectacular —su hermano estaba llevando sus planes a un nivel preocupante.

—Vamos a parecer cirqueros, Nick...

—¿No has prestado atención? Ese sería el concepto del evento "El Circo de la Luna"

—Nos demandarán por plagio —se burló Isaure.

Nicholas iba a replicar, pero el sonido del teléfono de Isaure lo impidió. La pelinegra se apresuró a contestar la llamada al ver que su abuela estaba al otro lado de la línea y Nick se acercó a ella para intentar escuchar.

—Giagiá, encantada de oír tu voz —mintió con algo de sarcasmo en su voz, no es que le desagradara su abuela, quien, a pesar de no ser la típica abuela dulce y cariñosa, los había consentido y amado a su manera.

Isaure era consciente de lo improbable que resultaba recibir una llamada directa de Ruth Fengari y que ésta fuera para conversar sobre las trivialidades de su vida; siempre había algo detrás de sus llamadas e Isaure podría imaginar de qué se trataba en esta ocasión: Matrimonio.

Aquel pensamiento hizo que la piel de la griega se erizara, no estaba lista para desposar a un hombre y menos a un desconocido. Su corazón se aceleró ansioso por la idea de perder toda aquella ilusión de libre albedrío que había estado construyendo estos últimos meses. Además, ni siquiera había logrado su objetivo con Erik, aún no había saciado su sed de él y deseaba tantas cosas impronunciables con aquel ruso, que no se sentía lista para conocer a alguien diferente y mucho menos entregar su virginidad en bandeja de plata.

Sin embargo, sabía claramente que nada de eso era su decisión y que, en algún punto, se acabaría aquella ilusión de libertad. Por lo tanto, aunque detestaba la idea de ser utilizada por su familia como carnada para peces gordos, no podía juzgar las acciones de su abuela; a veces, en su posición, habían sacrificios que hacer para mantenerse a la cabeza de una familia tan numerosa y sedienta de poder, incluso si era a costa de la relación con sus nietos o con cualquiera, y eso era algo que apenas ahora Isaure empezaba a entender.