Una de las razones por la que aceptó el plan de Chloe era que se sentía algo culpable, después de todo había terminado indefinidamente en Marsella sin explicación previa de su inminente mudanza, y aunque estaba segura de que le encantaría vivir fuera de la isla, no era lo mismo cuando de la noche a la mañana tu nada amigable hermana termina avisándote que no estás en un lugar simplemente de vacaciones y la única explicación es que te puedes volver una rebelde sin causa, le parecía sumamente irónico que una persona que prácticamente estaba aislada del mundo en una isla, fuese a ser un peligro para ella misma y que la solución fuese traerla a una ciudad inmensa para seguir siendo casi una prisionera.
Chloe destapó la parte superior del auto, vinculó su teléfono al reproductor del Porsche con habilidad, subió el volumen y levanto los brazos cuando sintió el aumento de velocidad al salir a la vía principal. Isaure reconoció la música enseguida. Aunque no supiera quiénes eran exactamente los que cantaban, sí sabía que el género era K-pop, su prima había estado atrapada por este genero desde hace ya un buen tiempo, incluso solía asistir a los conciertos de su grupo favorito. El interés de Chloe por el K-pop había crecido a un nivel que Isaure había llegado a compararlo con su propia obsesión adolescente por la saga de Harry Potter.
Aún así, a la pelinegra no le parecía una música desagradable en absoluto... O quizás ya había sido atrapada por la ola coreana, tal vez su amiga Gummie tenía razón, no puedes escapar de los coreanos tan fácilmente. En cuanto terminó la canción comenzó otra más movida con tintes de hip-hop.
-¿Quiénes son esta vez? Suena bastante bien -preguntó Isaure tratando de interesarse por los gustos de su prima.
La pequeña rubia volteó sorprendida de que su prima, o alguien en el globo terráqueo, se interesara por sus aficiones.
—Son Blackpink, su música me pone de buen humor —explicó con una sonrisa de satisfacción. Izzie comprendió que la chica estaba feliz de poder comentarle a alguien sobre algo que le gustaba—. Lo siento por hacerte salir de casa sin previo aviso, Aure, espero que no haya sido un inconveniente para ti.
—¿Estás bromeando verdad? —Isaure no entendía de dónde venían esas repentinas disculpas hasta que cayó en cuenta de que sus hermanos mayores no eran precisamente los más accesibles de su familia, todos estaban siempre ocupados, yendo de aquí para allá en sus propios asuntos, incluso Andrew, el más despreocupado y simpático de ellos era difícil de sacar de su apretada agenda.
Chloe se ruborizó al notar que sus disculpas estaban de más, Isaure lo notó a pesar de tener la vista clavada en la vía y no insistió más, la pequeña chica no contestó nada avergonzada y allí murió la conversación.
Marsella era, sin duda alguna, una gran ciudad con una convergencia exquisita entre lo antiguo y lo moderno, desde el momento que Isaure había tenido la oportunidad de conocerla un poco a fondo le había encantado, sus calles, su cultura, el clima y su ubicación frente al mar Mediterráneo la mantenía cerca de sus raíces griegas. La griega había descubierto en poco tiempo que no había sido tan malo salir de Grecia y esperaba que a Chloe le terminara gustando también. Trataría todo lo posible para que la estadía de su prima en la misma casa con Artemisa fuese lo menos incomoda posible, no podía permitir que el comportamiento acartonado de la pelirroja volviera más difícil la adolescencia de la menor, ella lo había tenido más fácil porque había tenido a sus otros primos en casa y a su hermano gemelo, pero Chloe estaba a merced de la emperatriz del mal.
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Ojos de Luna - LeoKat
Romance"Quizás la magia no está en la luna, sino en quien piensas cuando la ves brillar" ...