-investiga por que metieron a firuze a ese lugar- dije llendo hacia la puerta
sabia que aunque no lo quisiera ver, ella era alguien de suma importancia pues sabia quien era y de lo que era capaz segun la historia original ella era un espia enviada por los safavidas y no solo eso si no que era una experta en el arte del engaño
fue capaz de engañar por tanto tiempo a la mano que la apreciaba y ahora sabia el punto debil de cada una y de lo que era capaz
lo unico malo es que yo era nueva en esto sin contar que nunca había entablado una convezacion larga conmigo y todo mi embarazo me la pase encerrada eso era lo que me hacia tener ventaja
-díganle al sultán que estoy aquí- dije mientras me posaba delante de las puertas de aquel lugar
ellos asintieron y uno de ellos paso para posteriormente salir y dirigirse a mi
-el sultán la vera- dijo dándome paso a aquel lugar
sonreí con felicidad por que sabia que lo haría por lo general cuando una mujer ingresa a la cama de alguien tiene que pasar por lo menos un tiempo para que ese deseo se crezca por alguien mas en el caso del sultán asta que alguien con mas belleza supere las expectativas, en el caso de hurrem la cosa fue diferente no solo por que el la veía como su nuevo amor si no que el mismo la convirtió en una victima que necesitaba ser protegida en un palacio en el que todos estabas en su contra, tal vez si maidevran no la hubiera golpeado las cosas serian diferentes
sabia que para tener a solimán encantando por un tiempo tenia que hacer parecer que yo solo era una victima mas de de lo que pasaba
-mi sultán- dije saludándolo con una sonrisa-
el sonrió y abrió sus brazos en señal de aceptación
-que sucede, por que has venido asta aquí- dijo el
-disculpe que lo moleste pero quería pasar tiempo con usted- hable
el por otro lado me invito a sentarme mi plan era simple yo solo seria el búho que le ayudaría a darse cuenta de lo paso con su harem empezando por firuze y terminando por hurrem
con el pasar de la noche se lograba escuchar en susurro de de dos personas pero mientras uno tenia buenas intenciones el otro no tanto
-no sabia que los persas tenían esas marcas -dijo ella susurrándole a su oído con malicia sabiendo el problema que eso podría causar
-yo tampoco-murmuro el hombre al hacérsele conocida aquella marca pero no recordaba donde
la mujer sonrió y lo atrajo a ella el la miro y olvido por un momento ese asunto luego de la demostración de amor que el le dedico a ella mientras la joven reposaba en su pecho el se puso a pensar en aquel hallazgo pues ese pequeño tatuaje se le hacia extremadamente conocido y sin poder apartar su curiosidad el se levanto con cuidado de no despertar a la mujer a su lado y se dirigió a su balcón con una idea en mente
ESTÁS LEYENDO
EN EL TIEMPO
RandomUna joven reencarna en la época de Suleiman el magnífico como una concubina de Inglaterra, tratando de alejarse lo más posible de el palacio