Historias de la familia Batjokes

Una mañana en la mansión Wayne

El sol se colaba por las ventanas de la habitación principal iluminando dos figuras que descansan en la cama. Se trataban de Bruce Wayne el empresario y filantropo de ciudad Gótica y a su lado se encontraba su esposo y ex-villano el Joker (o Jack), quien ya se había despertado. Con pereza se estiro y bostezo para volver a acurrucarse sobre el brazo de su esposo.

— Buenos días mi amor — dijo Joker con la voz somnolienta y acariciando su brazo —, Brucie es hora de levantarse...

— Buenos días.... — contesto Bruce con la voz ronca de recién despierto y abrazando al payaso — ¿Dormiste bien?

— Si, y soñé que nos dábamos muchos besos — dijo con una sonrisa pícara.

— ¿Quieres hacer ese sueño realidad? — pregunto Bruce tomando su mentón —, yo podría ayudarte.

— Gracias batsy, siempre resolviendo los problemas de la gente...

Bruce abrazo con fuerza la cintura diminuta del payaso uniendo sus cuerpos y sus labios en un beso. El beso que fue escalando en intensidad incluyendo caricias deseosas por sentir más que la tela de sus ropas. Las manos del Joker se enredaban en la cabellera oscura del otro hombre y las manos del contrario recorrían su espalda y su fina cintura. Se sentía el deseo y el placer en la alcoba, con cada mordida, gruñido y gemido de sus bocas llevo a las manos del héroe a viajar más allá de la tela marcando con cálidos toques la piel blanca de su esposo. Aquel momento de intimidad se vio interrumpido por el sonido de las puertas abriéndose de golpe.

— Papá!! — grito Damián entrando al cuarto enojado — ¡¡Papá, mamá!! Jason y Dick me están molestando ¡¡Castigenlos!!

— Eso no es verdad mocoso — dijo Jason molesto.

— Jason tiene razón — dijo Dick más calmado —, lo que paso es....

— Es que son unos tontos!! — exclamo el menor.

Los tres niños comenzaron a discutir frente a la cama matrimonial matando por completo el momento a solas de sus padres. Bruce los observaba con un leve fastidio y Joker solo se reía por la escena que los niños armaban.

— Niños escuchen — llamo el Joker —, niños....

Por más que hablara ninguno lo oía.

— Basta ya!! — ordeno Bruce con voz grave.

La habitación quedo en silencio hasta la entrada de Alfred al cuarto cargando al pequeño Edward en un portabebés.

— Mis niños el desayuno esta listo — dicho esto los tres jóvenes bajaron apresurados — ¿Mis señores les gustaría el desayuno en la cama?

— No gracias Alfred — contesto Bruce —, bajaremos ahora mismo.

— Muy bien los esperare abajo — dijo el mayordomo antes de irse.

Finalmente los esposos se dieron un último beso y se vistieron; Bruce de traje como de costumbre, bien afeitado y peinado y Jack con un pantalón negro y un suéter holgado de color lila, pensó en atarse el cabello, pero solo se lo cepillo un poco y lo dejo suelto. Bajaron donde se encontraba el resto de su familia desayunando a gusto.

— Buenos días — saludo Bruce sentándose en la mesa.

— Buenos días — contesto la mayoría de sus hijos, pues los otros estaban ocupados comiendo.

En aquella mesa estaban pasando muchas cosas al mismo tiempo: Cass escuchaba música con sus auriculares mientras desayunaba, Duke le prestaba más atención al dron que construía que a su comida y de igual forma Tim leía un libro con toda una pila de ellos a su lado. Por otra parte Jason y Dick charlaban sobre combate y ese tipo de cosas, siendo observados por Damián enojado y Alfred que alimentaba al bebé.

— Iré a preparar más café y té por si me necesitan — dijo el mayordomo retirándose a la cocina.

— Entendido! — dijo el Joker tomando al bebé en brazos — ¡Buenos días murcielaguito! ¿Cómo está el bebé de mamá?

—Bua, bua, ma! — balbuceo el bebé sonriente y mordiendo su mano — bua, bua...

— ¿Quieres ir con papi? — le pregunto besando su frente y el bebé chillo "pa" —, Muy bien creo haber entendido, vamos con papá.

— Hola pequeño murciélago — saludo Bruce tomándolo en brazos — ¿Cómo estás mi pequeño?

— pa, bua, bua! — grito de forma aguda recostándose en el pecho del hombre — ba, bua, bua...

Jack se derretía al ver la escena formándose una gran sonrisa en su rostro al ver a su esposo con el más pequeño de sus hijos. Bruce recibe una llamada de Lucius y le entrega a Edward otra vez a su marido y se levanta de la mesa para contestar.

Mientras el resto desayunaba tranquilamente, el dron de Duke enloqueció sobre la mesa tirando todo lo que tenía a su alcancé. Los platos directamente al suelo hechos trizas, los vasos se rompían y su contenido se derramaba, como el vaso de Cass que se desplomó sobre los libros de Tim mojándolos por completo. Las hélices del dron destruían todo a su paso esparciendo por los aires los trozos de platos y vasos por todas direcciones. Los niños se cubrían con sus brazos o se escondían bajo la mesa, Dick se encargaba de cubrir a Damián de los pedazos de platos y del dron que se aproximaba hacía ellos, pero Jason lo pateó hasta el otro extremo de la mesa donde se encontraba su papá-mamá y su hermano más pequeño. Este solo atino a cubrir al bebé en sus brazos, pero por fortuna el dron fue detenido y hecho pedazos por Bruce con sus propias manos, arrojando los restos a un lado que Alfred se encargo de limpiar.

— ¿Qué dije de hacer este tipo de cosas en la mesa? — pregunto Bruce con la mirada seria.

— Lo lamento papá — se disculpo Duke apenado.

— Ya no importa cielo — dijo Joker acariciando la cabeza del niño —, fue un accidente, aunque pudo ser mejor.

— Cada uno a limpiar — ordenó Bruce.

Los niños se quejaron y se pusieron a limpiar mientras los adultos los observaban, Bruce de brazos cruzados, Alfred cargaba al bebé y Joker se reía de los niños.

— Tengan cuidado con los trozos se pueden cortar — le dijo Bruce a sus hijos y siendo abrazado por su pareja — ¿Qué ocurre Jackie?

— Nada, es solo que me vuelve loco verte actuar así — contesto sonriente —, te ves muy sexy con un padre protector y autoritario.

— En serio? — lo tomo de la cintura — ¿Y qué más te gusta?

— Que me beses — dijo y lo beso.

— ¡Ugh! — exclamaron con desagrado todos sus hijos.

— A limpiar! — ordenó Bruce.