Un nuevo integrante en la Liga

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Bruce disfrutaba de la comodidad de su cama y los pequeños rayos de sol que se colaban por las ventanas. Sin embargo algo no andaba bien, estiró su brazo buscando el cuerpo de su esposo, pero allí no había nadie. Se enderezó observando la hora "9:30 A.M". Se giró y confirmó lo que pensaba, estaba solo en la cama. Se levantó con ánimos, pues hoy era su primer día libre desde hacía varios meses.

Mientras bajaba se le hizo extraño no oír tantos gritos como de costumbre. Dejó de darle importancia a eso y bajó contento, pero cuando llegó a la sala no encontró a ningún miembro de su familia.

— ¡Alfred! — llamó mientras buscaba alguna pista del paradero de su familia, pero se topó con una nota.

Buenos días Batsy! Te escribo esta nota, yo tu esposo y sensual "Joker".

Te conozco y seguramente te estarás preguntando dónde estamos, pero no te preocupes.

Los niños y yo fuimos a visitar a Harley y a Ivy.

Sin embargo, como Edward es sensible al polen de las flores no pude llevarlo con nosotros.

Así que te pido a ti, mi amado Batman, que lo cuides (seguro no tendrás que esforzarte ya que está Alfred)

Bueno dicho y resuelto todo ¡¡Te amo!!

P.S.: te quiero ¡Como la película y el libro!... Es broma, bueno no es broma te amo mucho Bruce. Volveremos al mediodía.

— ¿Sucede algo mi señor? — preguntó el mayordomo con el bebé en brazos — ¿Ya leyó la nota de su esposo?

— Si, ¿por qué no me despertaron? — preguntó algo molesto. — No me importa ir o no, pero al menos quería despedirme de ellos.

— El amo Joker dijo que usted debía dormir mucho y descansar.

— Pero yo quería despertarme antes — exclamó como un niño pequeño haciendo una rabieta.

— No siempre lo que uno quiere es lo mejor para sí mismo — contestó entregándole al bebé en brazos —. Ahora si me disculpa tengo que ir comprar nuevas escobas, ya que los jóvenes Damian, Dick, Jason y Tim destruyeron las viejas en "una pelea de espadas", usted cuide al pequeño Edward mientras no estoy.

— ¿Y qué se supone que haga? — preguntó atónito — Nunca antes habíamos estado los dos solos en casa ¿Qué hago si no deja de llorar?

— Por favor señor, usted es Batman lucha con villanos todas las noches, un bebé no debe ser un problema — contestó Alfred —. Además usted también es su padre y debería pasar más tiempo con él, este tiempo a solas no les vendrá nada mal.

— Lo sé, pero qué hago-...

— Nos vemos amo Bruce, todo lo que necesita está en la cocina ¡Adiós!

Alfred se fue con prisa dejando al millonario solo con el bebé. ¿Qué se supone que haga? —se preguntó sin la menor idea de lo que podría hacer. Rezó para que su hijo no llorara en todo el día o al menos estando solo ellos dos. Miró a su bebé quien chupaba por sobre su camisa su pectoral tratando de sacar leche de ahí. Bruce sabía que si alguien más estuviera allí, como su esposo, se reiría sin parar.

— ¿Tienes hambre pequeño murciélago? — le preguntó alejándolo de su pecho — ¿Quieres comer?

— Pappa, pa! — chilló con hambre.

El millonario fue hasta la cocina buscando el biberón de su bebé. Lo sentó en su sillita y revolvió por todas partes, por los cajones de arribas y abajo, en el refrigerador y en la despensa hasta que finalmente lo encontró junto a Edward. Juró que era imposible que haya estado ahí todo este tiempo, pues él había buscado por todas partes y no estaba ahí hace unos momentos, hubiera sido imposible no notarlo desde antes.

Historias de la familia BatjokesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora