[6] Pequeñas. Peligrosas.

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Unos días después de que Giyuu y Obanai dejaran su “odio innecesario”, dieron de alta al de ojos azules, ya que según Shinobu sólo debía “cuidarse mejor y comer”. Pura mierda, él estaba bien... Ponele.

Ahora, él estaba en su finca tranquilo, aún no había comido y no tenía intenciones de hacerlo, ya que, no tenía hambre. Tenía la mirada perdida, ¿oyeron el dicho “los ojos son la ventana del alma”? Bueno, podríamos decir que su alma rogaba por descansar en paz. Él tenía unos ojos azules muy bonitos, pero a la vez, se veían tristes y apagados. De la nada, pensó en traer a las niñas de la finca de “mini Kocho” para que estén un rato, y si es posible, conozcan mejor a Sanemi.

── Creo... Creo que es una buena.. Idea. ── se dijo a sí mismo en voz baja. ──

Se paró de su futón, se puso su uniforme, y salió de su finca directo a la finca Mariposa. Al llegar, lo recibieron Aoi y Kanao, las saludó y les preguntó si Kocho estaba en su oficina, o si estaba de misión. Para su buena suerte, sí estaba en su consultorio. Les agradeció la ayuda y fué directo hacia Shinobu.

Sin darse cuenta, ya estaba frente a su oficina. Tocó la puerta y un suave “pase” se escuchó de adentro. Abrió la puerta, y procedió a su pregunta.

── Kocho, ¿me permitirías llevarme a Kiyo, Naho y Sumi conmigo unas tres horas?. ── preguntó directamente. ──

──... “Buenos días Kocho, ¿cómo está? ¿Bien? Me alegra, quería hacerle una pregunta”. ── dijo sarcásticamente Shinobu, ni los buenos días le dijo, maleducado. ── Y, ¿para qué las quieres? ¿Eh? ── aún con su sonrisa característica, preguntó desconfiada. ──

── Para que jueguen un poco, siempre están trabajando. ¿No lo crees?

── Tienes un punto ahí, Tomioka-san. ── hizo una pausa. ──.. De acuerdo, puedes llevártelas. Pero las regresas antes de las 20hs.── dijo más calmada, dándole el visto bueno. ──

── Gracias.

Ya había pasado media hora de esa conversación entre Giyuu y Shinobu

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Ya había pasado media hora de esa conversación entre Giyuu y Shinobu. El ojiazul ya estaba llendo hacia su finca con las tres niñas, ellas estaban sumamente felices, ¡un día de descanso, finalmente!

Si los veías de cerca, parecían una familia de patitos, Giyuu al mando, seguido de Kiyo, Naho, y Sumi a lo último en filita. Que bonito.

Al llegar a la finca, Giyuu les dió un mini-recorrido, para que no se pierdan, no era una finca chiquita, claro que no. Luego de eso, les invitó a que se sentaran, ellas accedieron. Ya cuando estaban las tres sentadas, Giyuu procedió.

── Niñas, las traje aquí para que al margen de que se liberen unas horas de su trabajo, conozcan mejor a Sanemi. ──

¿Vieron el dicho “se te borró la sonrisa”? Aquí aplica totalmente. Las tres pequeñas lo pensaron, sería buena idea inculcarle a Shinazugawa ciertas reglas que debe seguir si quiere ser pareja de su aniki.

" 𝓔ᥣ mᥲᥣ 𝗍ᥱrᥴі᥆ ── 𝓖іᥡᥙᥙsᥲᥒᥱ "Donde viven las historias. Descúbrelo ahora