" 𝓔ᥣ mᥲᥣ 𝗍ᥱrᥴі᥆ ── 𝓖іᥡᥙᥙsᥲᥒᥱ "

[10] Perspectiva incómoda.

Ya era de mañana, Obanai se había quedado en la finca del Agua por cortesía del dueño de ésta. En estos momentos, estaban desayunando él, Giyuu y Sanemi.

Pero Iguro quería que la tierra lo tragase y no lo escupiera. ¿Por qué? Deja que te refresque la memoria.

La noche anterior, mientras el heterocromático trataba de conciliar el sueño, la pareja estaba terminando de resolver su pequeña disputa, en la que él fué partícipe. Y no fué bonito de escuchar, claro que no.

── A-agh..~ ── Podía escuchar a su mejor amigo gemir, Dios, que alguien lo saque de ahí, por favor. ── U-uh.. ~ ──

"Mátenme.. " pensaba el azabache, mientras miraba hacia la nada. ¿Para qué aceptó?.

Mientras pensaba en cómo suicidarse sin morir, escuchó un jadeo medio ahogado de parte del albino.──H-hmm.. ~ ── Mierda, ¿qué le están haciendo a su pobre amigo?. ──

"No vuelvo a aceptar una invitación a la finca de ese imbécil en mi vida. " pensó mientras se sentaba sobre el futón que le había prestado el Tomioka. "¡Nunca en mi puta vida!. "

Podía escuchar sonidos lascivos de besos sucios que se daban su mejor amigo y su pareja. "se lo va a comer vivo si sigue así.. " pensó mientras seguía mirando hacia la nada, con ganas de, o desvivirse, o irse a la mierda. Lo primero que caiga.

── ¿Encerio quieres hacerlo? Porque si no quieres, podemos dejarlo hasta aquí, cariño. ── Ay, por lo menos le pregunto. Que amable. "Hijo de perra. " pensó con odio hacia su compañero azabache.

Encerio, ¿por qué había aceptado quedarse? ¿Será porque no tenía su katana, y se estaba haciendo de noche y sería peligroso salir a esas horas sin su arma? Mierda.

── N-no.. Continuemos ésto.. ── “NOOO, YO QUERÍA DORMIR” a este punto se estaba empezando a hacer bolita en su lugar, sentía su cara hirviendo de la vergüenza. “Mierda... ”

Después de que el ojiamatista dijiera eso, instantáneamente sonidos obscenos se empezaron a escuchar. “Cielo nuestro que estás en el padre, nombre sea tu santificado.. ” Pobre Iguro, tan mal lo dejaron que ni el Padre Nuestro se acuerda bien.

Podía deducir, que lo estaba preparando, según él. ¿Cómo lo sabe? No pregunten. Él sabe cosas.

Siguió escuchando los gemidos y jadeos de Sanemi por un par de minutos más, cada vez con más ganas de que la tierra lo tragase.

── ¡M-mierda Giyuu.. ~ ya mételo.. ¿Quieres~?! ── “NO, NO, NO, NO-” rezaba, imploraba, suplicaba, rogaba, Obanai. ── ¡A-AH~! ¡C-carajo..~! ── “¡MIERDA!”

Seguido de esos ruidos súper Santos, más y más gemidos de dolor o excitación, lo que sea que sea, se escucharon más fuertes que antes.

“Dios, yo nunca te pido nada, pero por favor, apiádate de mi pobre alma. ” su única solución, rezar. Ni siquiera creía en algún Dios, pero ¿qué le quedaba?.

── Vamos. Dí que quieres mi verga dentro tuyo. Dilo, ruega por que te folle. ── “DIOSITO POR FAVOR TE RUEGO, IMPLORO, SUPLICO, REZO, LO QUE SEA PARA QUE TE APIADES DE MÍ. ” No quiere escuchar lo que sea que vaya a contestar Sanemi, sabía que iba a ser algo peor que eso. Eso sin duda.

── A-agh.. ~ por favor.. necesito tu verga...~ g-gh.. ~ en mi interior.. ~ f-fóllame como si fuera.. a quedar.. embarazado de tí.. ~ Ah~.. ── Definitivamente eso es mucho peor. Pobre Obanai. “Que no digan nada raro, que no digan nada raro, que no digan nada raro, que no digan nada raro... ” pensaba repetidamente, suplicante.