Capítulo 08

284 39 6
                                    

_Embriagame con tú
Peculiar olor...
🍷

—Tu cuerpo está ardiendo— susurro Minho al oído del príncipe —Me estoy embriagando con tu olor, es...
¿Tú celo?—  pregunto volviendo a unir sus labios con los del Omega.

—¡¡Sii!!— fue la respuesta que dio el principe casí sonando como un jadeo.

—Prometiste que me harías todo lo que yo quisiera en mi próximo celo, las promesas no se rompen Minho, ahora debes cumplir._

Minho dejo un cálido beso en el cuello del príncipe —¿Quieres que cumpla mi promesa en este lugar?— Hannie analizo el lugar.

—No, por favor, quiero que nuestra primera vez sea en mis aposentos, llévame allá por favor.

—Como ordene su majestad— Minho lo tomó en sus brazos y lo llevó hasta el palacio, lo dejó en la puerta principal mientras el subía por el balcón, pues no quería que el rey lo descubriera calmandole el celo a su pequeño e inocente hijo._

En el tiempo que el príncipe tardo en subir, Minho aprovecho para encender unas velas aromáticas en la habitación aunque no sabía si era buena idea ya que con el olor del príncipe era suficiente para opacar cualquier otro aroma pero las velas le daban un toque romántico a la habitación.

Esperó al príncipe sentado en la enorme cama, los nervios lo empezaron a atacar cuando la puerta fue abierta, el príncipe entró a la habitación y se sento sobre sus piernas y con rapidez atrapó sus labios, las caderas del príncipe las movía de atrás hacia adelante sacandole cortos  gemidos al vampiro.

Con torpeza Peter empezó a desabotonar la camisa de Minho, quitando botón por botón y me hubiera gustado decir que Minho tuvo la misma paciencia que el príncipe pero él nada más rasgo la fina ropa del Omega, hasta parecía que el que estaba en celo era él.

—Sabes lo costosa que es esa camisa—  Bromeó el príncipe besando el cuello de Minho.

—No te preocupes, Ahh! Pu-puedo pagarla—  Ambos quedaron completamente desnudos, Minho se puso de pié y con cuidado llevó al príncipe hasta el centro de la cama, arrugando aquellas sábanas que serian testigo de su pasión, se posicionó en medio de sus piernas y alineó su erecto miembro en la entrada del príncipe, no fue necesario prepararlo ya que estaba lubricado lo suficiente para recibirlo, ambos gimieron cuando Minho lo embistió de una solo estocada, sintiendo lo apretado que se encontraba el príncipe.

Aquella habitación se lleno de las feromonas del príncipe, aquel olor a vino los embriago y   ambos se convirtieron en uno solo bajo aquellas sábanas rojas, el príncipe saltando sobre el vampiro, ambos tocando el cielo y ambos perdiendo su virginidad.

Con su cabello completamente despeinado y su cuerpo lleno de sudor el príncipe asomó su cabeza fuera de las sábanas, se dejo caer sobre el pecho de Minho, ambos con su respiración agitada pues habían pasado toda la noche dándose como cajón que no ...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Con su cabello completamente despeinado y su cuerpo lleno de sudor el príncipe asomó su cabeza fuera de las sábanas, se dejo caer sobre el pecho de Minho, ambos con su respiración agitada pues habían pasado toda la noche dándose como cajón que no cierra, aquella habitación estaba hecha un desastre, la cama rota y por un momento se les olvidó que las velas estaban encendidas y casí queman el palacio, pero poco les importo por que no se detuvieron hasta que los rayos del sol se hicieron presente.

—Marcame—  pidió el príncipe dejando ver su blanco cuello dándole espacio para que el vampiro pueda encajar sus dientes en esa zona sensible del lado izquierdo, Minho dejo  salir sus afilados y puntiagudos colmillos y los llevo hasta el cuello del príncipe más no lo  mordió simplemente dejo un cálido beso.

—Sabes que no puedo morderte, por mucho que lo desees, no soy un lobo Hannie, no puedo marcarte— El príncipe hizo un puchero y las lágrimas se asomaron en sus ojos pues anhelaba que Minho lo reclamara como suyo.

—Hannie—  el vampiro levantó el mentón del príncipe para que pudiera verlo.

—No puedo marcarte pero....

—¿Te quieres casar conmigo.?—
Los ojos del príncipe se abrieron hasta más no poder, pues no se imagino que Minho le pediría matrimonio tan pronto, se le lanzó encima dejando besos por todo su rostro, pensó que si no tenía una marca tendrían otro tipo de lazo que los uniría.

"EL Matrimonio"

Márcame (Minsung)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora