Capítulo 29

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_Con él  estoy listo para tener
Una sobredosis de amor...
✨️

—¿A donde me llevas Honnie?— pregunté mientras Minho me llevaba en sus brazos con los ojos vendados, la fiesta aún seguía en el palacio, todos se estaban divirtiendo pero Minho me tomó y me llevó lejos del ruido sin siquiera despedirme de nadie.

—Es una sorpresa amor— dijo mientras dejaba un beso en mi frente, vários minutos después sentí como me dejaba caer en algo, había un ligero olor a lavandas mezcladas con rosas, pude escuchar sonar una canción seductora que estaba de fondo.

—¿Estamos en nuestra habitación?— Él no respondió solo lo escuche reír mientras se acomodaba en medio de mis piernas.

—¿Que haces Min?— Sentí su rodilla rozar mi entrepierna, apreté mis labios para no soltar un gemido, luego sentí como sus manos desataban el nudo del vendaje en mis ojos y por un momento todo estuvo nublado pero después de vários parpadeos todo se volvió tan claro y precioso.

Había una cama nueva llena de pétalos de rosas, la anterior la habíamos quebrado —Qué cursi— Musite, él solo sonrió tímido.  Seguí observando la habitación, había un enorme ramo de flores de todo tipo y colores, el piso estaba lleno de globos rojos con confeti y habían muchas velas encendidas, supuse que eran las que tenían olor a lavanda.

—¿En que momento hiciste todo esto?— mi vista se dirigió al pastel de chocolate con fresas sobre la mesa.

—Lo hice cuando tú bailabas con Jeongin, ¿Te gustó mi sorpresa?—

—Me encanta— respondí enredando mis brazos en su cuello y mis piernas en sus caderas, lleve mis labios hasta su cuello lleno de marcas que le había hecho la noche anterior, bese y succione haciendo que de su preciosa boca salieran gemidos sucios.

Podría decir que el embarazo nos había frenado un poco, pero no fue así, seguíamos siendo los mismos amantes del sexo, solo que nos conteniamos un poco para no dañar a nuestro bebé y que no naciera antes de tiempo.

Las manos de Minho desabotonaron mi camisa y acariciaron cada parte de mi abdomen abultado, cuando deje de torturar su cuello sentí como sus labios bajaron al mío y luego marcar con un  camino de besos hasta la orilla de mis pantalones deteniéndose unos segundos en mis pezones.

—Y oh por dios, la boca de Minho es tan jodidamente exitante, jamás me cansaría de sus caricias._

Con cuidado de no aplastar mi vientre se dejo caer sobre mí, pero antes había quitado mi camisa y ahora se encontraba besando mi vientre.

—Bebé, deberías taparte los oídos, no quiero traumarte antes de que nazcas— Le susurro y yo solo solte una carcajada.

—¿No crees que ya es demasiado tarde para decirle eso? creo que ya nos ha escuchado muchas veces— Minho soltó una carjada y levantó su mirada conectando al instante con la mía, sus ojos azules dilatados y con ese destello de lujuria me hicieron querer tenerlo dentro de mí en ese mismo momento.

—Bueno solo espero que no nazca con un trauma— sonrió, desabrochando mi pantalón y los quito sin esfuerzo con sus dientes.

—Joder Minho— arquee mi espalda cuando sus labios sozaron mi ereccion, el sonrió como todo un sinico.

En un parpadear ya estaba hecho un mar de gemidos en la cama montando a Minho mientras el arañaba mi espalda, sin duda alguna esta noche la llevare grabada en mi mente toda la vida, la imagen de Minho  con su cuerpo cubierto de sudor quedará tatuada en mis pensamientos, jodidamente sexy.

—Eres hermoso Hannie— dijo antes de eyacular dentro de mí y yo caer rendido sobre su pecho.

—Eres un tonto— respondí sintiendo mis ojos pesados apunto de quedarme dormido, sentí sus manos acariciar mi cabello y luego lo escuche tararear una canción de cuna.

—Te amo mi dios griego, no importa cuanto tiempo pase, mi amor por ti seguirá creciendo, crecerá tanto que tengo miedo de que algún día mi corazón explote de amor.

Me reí, levante la cabeza de su pecho y como si estuviera borracho empecé a balbucear.

—No quiero que tú corazón explote, no quiero— hice un puchero como niño pequeño, sabía que Minho no estaba hablando en serió pero no podía evitar imaginar a Minho tirado en el piso con restos de su corazón por todo el piso y sin darme cuenta empeze a llorar, a lo mejor son las hormonas del embarazo las que me tienen sensible o a lo mejor sea el miedo de perderlo.

—Bebé ¿Por que llorarás?— me tomó de las mejillas formando un piquito de pollo con mis labios.

—No estoy llorando tonto, solo estoy sacando el exceso de agua que hay en mi cuerpo— quise reír por la tontería que acabo de decir pero no lo hice por que Minho me abrazo aún más fuerte y me sentí protegido en sus brazos.

Márcame (Minsung)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora