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- ¡Mal! - Eileen llego agitada y con la respiración un poco cortada. - No podremos ir a la frontera con el País de las maravillas. - informó a su amiga.
- ¿Que? ¿Y ahora por que no? - preguntó extrañada, no entendía el por que el cambió tan repentino de su amiga.
- Nerea y los hijos de Peter pan irán a Neverland. - respondió mientras su respiración se regulaba.
- ¿Y eso qué? No nos verán. - habló de nuevo la pelimorada. Evie y Eileen le vieron con cara de: "¿Enserio?"
- Mal. - llamó Evie, dejando de lado su tarea de matemáticas. - ¿Sabes dónde se encuentra Neverland? - su amiga negó en respuesta y ambas suspirarón.
- Para llegar a Neverland tienes que pasar por Wonderland. - le dijo Eileen a Mal.
- Oh, entonces sera un problema. - penso unos minutos para luego volver a hablar. - Tendremos que investigar, vamos con los chicos. - sus amigas asintieron.
Las tres chicas de la Isla salieron de la habitación y emprendieron caminó a el dormitorio de sus amigos. Ninguno de ellos era de hablar con los príncipes o princesas de Áuradon, eran demasiado presumidos para ellos. Pero esta vez harían una excepción por el bien mayor.
Pronto estaban frente a el dormitorio de Carlos y Jay. Tocaron y desde adentro se escuchó:
- Un segundo. - la voz de Johan llegó a los oídos de las chicas y luego la puerta se abrió dejando ver a el joven león. - ¿Chicas? - preguntó confundido, esa misma noche se irian y no entendía por que no estaban empacando.
- Tenemos problemas. - anunció Mal pasando por un lado de su amigo y ignorándolo.
- ¿Que es lo que pasa? - Jay con la voz llena confusión, preguntó.
