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Una tarde agitada

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Una tarde agitada...

Las clases habían llegado a su fin, y el grupo, liderado por la incesante emoción de Jihoon, se dirigía al cine para ver la película que él no había dejado de mencionar durante días. Las calles estaban llenas de gente terminando su jornada, pero entre risas y conversaciones, ellos parecían en su propio mundo.

—¿Está muy emocionado, verdad? —preguntó Soobin, caminando al lado de YeonHee. Su tono era suave, pero en su rostro había una sonrisa divertida, viendo cómo Jihoon saltaba de un lado a otro, apenas conteniendo su euforia.

—Más de lo que parece —respondió YeonHee, contagiada por la alegría de su amigo mientras una risa se escapaba de sus labios.

—Es la secuela de su película favorita. Yo también la he esperado por años —añadió Chaewon, compartiendo el entusiasmo, aunque con menos energía que Jihoon, quien seguía al frente.

Mientras caminaban, YeonHee sintió, casi sin querer, cómo sus dedos rozaban los de Soobin. El contacto fue breve, pero lo suficiente para que su corazón diera un vuelco. Intentó disimular su incomodidad metiendo las manos en sus bolsillos, evitando mirarlo. Sin embargo, Soobin, con una ligera sonrisa en los labios, podía imaginar la ligera curva rosada que probablemente teñía las mejillas de YeonHee.

—Llegamos —anunció Jihoon, con la misma energía que si hubiese encontrado un tesoro.

El grupo compró las entradas y las imprescindibles palomitas, acompañadas de refrescos gigantes. Con todo en mano, se dirigieron hacia la sala oscura y se acomodaron en sus asientos: Chaewon, YeonHee, Soobin, y Jihoon, en ese orden, todos en una sola fila. El ambiente estaba cargado de expectativa, especialmente para Jihoon, quien no podía dejar de moverse en su asiento.

Aún faltaban unos minutos para que la película empezara, así que intentaron continuar la conversación sobre el proyecto grupal que tenían pendiente, pero la disposición de sus asientos dificultaba el intercambio. Jihoon, con sus exagerados gestos de dolor en la espalda, fue el primero en sugerir que lo dejaran para después, cuando pudieran concentrarse.

Las luces finalmente se apagaron, y el familiar sonido del cine llenó la sala. La película comenzó con una explosión de acción que cautivó de inmediato a todos, pero pronto las escenas se tornaron más oscuras y violentas. YeonHee, que había estado disfrutando al principio, empezó a sentirse incómoda. Las imágenes sangrientas, los cuerpos mutilados, todo se le hizo demasiado. Intentó continuar comiendo sus palomitas, pero pronto dejó de hacerlo y se concentró en beber su refresco, quizás demasiado rápido.

Soobin, siempre atento, notó su incomodidad. Sin hacer preguntas, le ofreció su propio refresco, preocupado por el evidente malestar en su expresión.

—¿Todo bien? —le susurró con delicadeza, inclinándose un poco hacia ella.

YeonHee asintió débilmente, pero en realidad no estaba bien. La siguiente escena, un derramamiento de sangre brutal, fue suficiente para que sintiera un fuerte nudo en el estómago. El mareo la invadió y, sin poder controlarlo, llevó su mano derecha a la boca, luchando contra las náuseas.

𝐓𝐡𝐞 𝐔𝐧𝐫𝐞𝐚𝐥 𝐁𝐨𝐲 ;; 𝐂𝐡𝐨𝐢 𝐒𝐨𝐨𝐛𝐢𝐧Donde viven las historias. Descúbrelo ahora