Six de las Maravillas (Little Nightmares)

Capítulo 12

ℭ𝔞𝔭𝔦́𝔱𝔲𝔩𝔬 𝟙𝟚

ℑ𝔯𝔞

     No pudo dormir durante días.

     Cada vez que intentaba cerrar los ojos, recordaba el rostro de su hermana, y el futuro que esta le hizo ver.

     Tenía miedo, muchísimo miedo.

     Stain trató de animarla muchas veces, y lo logró unos días después. Pudo conciliar el sueño, durmiendo en sus cálidos y musculosos brazos.

     Ruth notaba la diferencia. Five no tenía la culpa de que todo haya sido de la forma en las que se desarrollaron los acontecimientos, si tan solo el rey le hubiera dicho la verdad, ella no hubiera llegado a tal extremo.

     Y no fue mal, al menos al reino no le fue mal en sus primeros años. La gente seguía gozando de salud, educación y felicidad. Fue al quinto año cuando los reinos vecinos, decidieron darle la espalda luego de que recibieron una carta donde se testimoniaba que la reina roja no debería estar en el trono.

     —Reina Five, ¿qué significa esta carta?—fue lo que le mostró el rey de NuncaMás en la junta de los cuatro reinos.—¡Usted no es más que una impostora!

     Un joven hombre, con una piel brillante, escamosa y portando una gran corona de zafiros sobre su cabeza, remató:

     —Nos ha mentido...

     Los demás le dieron la espalda. Ya no había forma de hacer crecer una buena economía y las Maravillas no podía producir algunos de los productos más necesitados, como el pan.

     Poco a poco fue decayendo, todo fue decayendo, y ella no quería ver más allá de ello, se negaba a ver su reino.

     Las joyas, los pasteles, las vestimentas, eran lo que ocultaban esa vergüenza.

     Entonces, ocurrió lo que ella temía; una rebelión.

     Acabó con todos lo que la cuestionaban, ella era la soberana y nadie podía llevarle la contraria, poseía los poderes absolutos, poderes que heredó de sus antecesores... ¿Verdad?

     Nadie debía saberlo.

     El miedo era una forma de mantener tranquilo al reino, y de mantener sus riquezas.

     Ruth no iba a juzgarla, el poder había cegado a Five, cualquiera que estuviera en su puesto, caería en la perdición del poder. Pero si había algo que iba a atacar, era la forma.

     La reina roja era una mujer muy cruel, incluso antes de que se sentara en el trono, ella ya era así. Su amor por el color rojo a veces llegaba muy lejos.

     Con su quimera, mostró su gran poder, con la criatura monstruosa de alas amarillas, simbolizando el peligro.

     Su seguridad aumentó luego de volver de Más Allá, ¿a dónde habrá ido? Se preguntaba Ruth. Ella no tenía nada que ver con el mundo al otro lado del espejo.

     Ya había visto suficiente.

     Pero aún faltaba algo.

     Y ese algo estaba al otro lado del espejo.

     Caminó por el jardín, los árboles y arbustos siempre eran los mismos. Las mismas flores, los mismos caminos.

     Ya recordaba, ya iba recordando todos los detalles que se encontraban ocultos dentro de su cabeza. Sabía que estos no se habían marchado, ni se habían esfumado.