Invítame a pecar, no te voy a decir que no.
O mejor te invito yo, así vamos descubriendo juntos el camino de nuestras propias perversiones, de lo oculto ...sólo tú y yo. Posee mi cuerpo y mi alma. Hazme el amor como lo hemos deseado desde siempre con las pasiones ocultas. Tierno y salvaje a la vez.
Descubre con tus dedos donde está guardado el centro de mi placer. Muerde mi cuerpo, marcalos con furia, quiero recordarte con dolor.
Somete a esta mujer a tus antojos, domíname, lo pido, lo necesito.
Dejame exhausta, cansada.
Quiero hacerte tantas cosas que de sólo pensarlo se eriza mi piel. Imagino cómo será tu cuerpo desnudo, entre mis sábanas, te pienso así...
No le quites a lo nuestro el sabor de lo prohibido, dejame secretamente desearte.
Quiero verte como una aventura, y no como lo que realmente eres, un regalo a mis lastimados años, la lujuria hecha hombre, la realización de todos mis anhelos de mujer ...
Permíteme proponerte un encuentro fugaz en algún lugar, acepto hasta hacerlo apresuradamente en el auto, en cualquier solitario callejón, sin que toques mi erotismo, ni me dejes acariciarte, sin mucho tiempo para abrazos, cariños, despedidas ...no se, pero no acaricies mi cabello al hablar, no toques mi cuello, ni mis manos, no me mires a los ojos .
Dime cosas groseras, háblame fuerte al oído, escúchame gemir, que este sea el más intenso pecado que se ha cometido jamás.
Quiero olvidarme por esos momentos de todo, de tus compromisos y los míos. Quiero tu locura...
Te pido sólo eso, quitame estas ganas de poseerte.
Aunque sea prohibido...