Siento celos, del agua que te moja, del espejo en el que te miras, de la persona que te nombra.
Siento celos de tu ropa interior, del viento que te acaricia, de tus sábanas y también del colchón.
Siento celos, de las fotos que te tomas, del lápiz que sostienes, de todo lo que tocas.
Siento celos, de lo que te dibuja una sonrisa, del perfume que usas, de cada cosa que te imaginas.
Siento celos de lo que pierdes y luego buscas, de casa palabra que pronuncias, de los momentos que tanto disfrutas.