🎸 39. Perdón

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(Camila ft Ricky Martin)

***Canción sugerida por MilyQuiros6 ***

PD: Cúlpenla a ella por todo, porque esta canción fue determinante en el desarrollo de Max. Yo soy inocente.
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MAX

Maxi.

Maxi. Maxi. Maxi. Maxi. Maxi. Maxi. Maxi. Maxi...

Ese nombre no deja de repetirse en mi mente una y otra vez junto con el bombeo del insoportable dolor de cabeza que tengo ahora que he bajado mis niveles de adrenalina y resiento todos los golpes.

Lo oigo todo el tiempo; en conciertos, entrevistas, fanáticas. Mis amigos más antiguos me llaman así, mi familia. Es lo que soy ahora, sin embargo, Álex nunca me había llamado así.

Nunca.

No debería darle importancia, pero la conozco demasiado para saber que no fue algo casual. No. Ella no es así. Todo lo que hace tiene un objetivo.

Es lo que soy ahora, y para ella todo lo demás de mí, ya no existe.

Tomo un par de analgésicos y me meto a la bañera esperando que el agua caliente aminore el dolor del cuerpo. Se me cierran los ojos de agotamiento, pero en cuanto lo hago, el sonido de las llantas chirriando, el golpe y los vidrios quebrándose vuelven a mi cabeza y me despiertan de golpe.

Salgo de la bañera, envolviendo una toalla en mis caderas mirándome en el espejo. Además del doloroso hematoma en mis costillas, producto del golpe con el manillar del vehículo, el corte sobre mi ojo derecho es lo único visible que quedó de ese leve accidente.

Leve para mí, que salí prácticamente ileso, con algunos moretones menores en el cuerpo y arañazos de los vidrios rotos. Que no había nadie más en la carretera que fuera víctima de mi imprudencia. Que el auto chocó por el lado contrario al del conductor. Incluso que el vidrio que se incrustó en mi rostro cuando el airbag saltó, lo hizo en el lugar preciso para no causar un daño irreparable en mi ojo derecho. Solo una cicatriz según el enfermero que me suturó.

Cualquier otra mínima diferencia, la historia hubiese sido otra.

El timbre del departamento suena y miro hacia la puerta del baño, creyendo que lo he imaginado. Pero vuelve a sonar, y aún medio desnudo camino rápido, con la ilusa esperanza de que sea Álex quien ha regresado.

Pero al abrir la puerta no es a ella a quien encuentro.

—¡Maxi!

Los brazos de Sussy me rodean por la espalda, pegándose a mi pecho. Dejo salir un siseo bajo, cuando el dolor en mi torso me pincha otra vez.

—¿¡Qué diablos te pasó!? ¿¡Por qué no me llamaste!? ¿¡Que haces aquí? Nos vamos de inmediato a una clínica.

Sussy dispara preguntas como ráfagas, mientras sus manos y sus ojos me recorren buscando alguna herida que no haya visto. Se detiene en mi rostro, mirándome con ojos aterrados.

—¿Qué haces aquí? —gruño.

Entra al departamento y cierra la puerta. Sin responder va hacia mi habitación y regresa con ropa que me lanza al cuerpo sin dar explicaciones.

—¿Qué estás haciendo?

—Vístete. Nos vamos a que te revisen.

—Sussy, ya me vieron. No tengo nada, solo un golpe y un corte. Estoy bien.

[2] En mis canciones©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora