[2] En mis canciones©

🎸 44. Asfixia

(Maxi Vallone)

MAX

Suspiro incluso antes de abrir los ojos. Llevaba tiempo sin tener una noche de sueño tan reparadora como esta y pretendo disfrutarla hasta que me harte.

—Hace mucho no dormía tan...

Me despierto de golpe cuando al alargar el brazo, solo siento el colchón vacío. Abro los ojos y miro a mi alrededor. Por un momento creo que soñé todo lo que ocurrió anoche, pero sigo desnudo y el improvisado anillo que llevaba en mi mano ya no está.

No puedo estar tan loco.

—¿Álex? —llamo, mirando hacia la puerta del baño.

No tengo respuesta. Me levanto y me visto con el pantalón deportivo que llevaba ayer, y salgo al salón. Ella suele salir a comprar en las mañanas un café y otras cosas, porque le daba pereza preparar el desayuno y siempre despertaba antes que yo. Asumo que hoy es uno de esos días. Decido no darle más vueltas al asunto y vuelvo a la habitación para darme una ducha.

Al salir, Álex sigue sin volver. Empiezo a preocuparme de verdad, cuando las horas pasan y no hay señal de ella. Busco mi teléfono y lo encuentro en la encimera de la cocina, a un lado de la cafetera, muy escondido. No recuerdo en qué momento lo dejé ahí.

Como siempre, estoy lleno de notificaciones que ignoro y me centro en buscar el contacto de Álex. Hago una llamada, pero me salta al buzón de voz, igual que anoche. Repito la acción un par de veces, pero sigo sin respuesta.

—Hola, Álex —murmuro nervioso al buzón de mensajes—. No estoy seguro si malinterpreté la situación de anoche o dije algo que te incomodara, pero estoy preocupado. Lo que sea que pasó podemos hablarlo cariño, quiero resolver esto, así que háblame cuando escuches esto. Estaré esperando.

Nada más colgar, entra una llamada de Sussy que rechazo de inmediato. Vuelve a insistir varias veces, hasta que decido bloquear su contacto para que deje de molestarme. Debería hablarles a los chicos y a la discográfica para que sepan de la decisión que tomé. Sé que no debí hacerlo solo, pero estoy seguro de que Dani y Lucas me apoyarán.

Me preparo un té y cojo algunas de las tortitas que quedaron de anoche. Voy hasta el sofá y enciendo la televisión, donde cambio canales hasta encontrar algo para pasar el rato.

Un rostro demasiado conocido llena la pantalla y me detengo en las noticias del mediodía, cuando nunca he sido fan de mirar este tipo de programas.

«...con estos nuevos antecedentes, se cree que el ex-Senador, Henry Campbell, habría sido acusado injustamente por los delitos de fraude fiscal y estafa hace casi 13 años. Según el periodista que trabajó en la investigación, Joss Petersen, esta nueva información abre una nueva investigación a los asuntos de corrupción denunciados hace unos años en las redes, por el reconocido hacker Solaris, a quien también se le atribuye este nuevo descubrimiento»

«Ya se está investigando la veracidad de la información, el cual afecta directamente al popular artista Maxi Vallone, hijo de Henry Campbell, que ha declarado públicamente el rechazo contra su padre, acusándolo de maltrato psicológico, físico, entre otros»

La imagen de Petersen hablando a las cámaras, la foto gigante de mi padre en el noticiario y la voz de la periodista, empiezan a desaparecer, difuminándose en una especie de eco ahogado, donde los sonidos parecen ocultos tras un cristal.

Dejo la taza de agua caliente a un lado antes que se caiga por el temblor de mis manos. Me cuesta respirar, el pecho se me aprieta en algo más que solo un nudo. Es como si una fuerza invisible estuviese aprisionándome a tal punto en que en cualquier momento puedo romperme en dos.