Abrí la puerta de mi cuarto de hotel, sentía mi corazón latiendo fuerte y algo caliente en mis mejillas, cuando cerré la puerta y me recargué en ella, puse mi mano en mi pecho tratando de entender porque me sentía de esta manera,
Entender porque mi cuerpo había reaccionado así ante la presencia de aquel hombre, del cual no tenía ni la menor idea de su nombre.
¿Era pánico?, ¿ansiedad? ¿O nerviosismo?
Camine por mi habitación sin ningún propósito ni objetivo en un claro síntoma de ansiedad.
Me senté en la orilla de la cama, pero mi vista se fue automáticamente a la comida acomodada en el escritorio, me levante de un salto de la cama y me acerque al plato.
Me maldecía mentalmente por haber ido a preguntar acerca del plato de comida.
Estaban todos mis sentidos a flor de piel, podía sentir el sudor en mis manos y mi boca seca.
Escuchaba como latía mi corazón en mis oídos.
No tenía idea de que hacer, así que solo tape aquel par de hamburguesas con el típico cobertor platinado que todos los hoteles y restaurantes que suelen usar.
Me adentre al baño para revisar un poco mi estado, debajo de mis ojos había unas manchas moradas gracias a las largas jornadas y desvelos durante el semestre, mi cabello recogido en una coleta con algunos mechones de fuera, mis labios estaban secos y partidos de relamerlos constantemente y un tono rojizo en mis mejillas delataban mi vergüenza.
Intente tomar aire y soltarlo para tranquilizarme, pero cuando por fin logre conseguirlo un toque en la puerta hizo que todo volviera a mí.
Camine por el baño sin saber que hacer; obviamente tenía que abrir la puerta. Salí del baño di un vistazo a la habitación para asegurarme que no hubiera cosas fuera de su lugar o cualquier otra cosa que me hiciera sentir avergonzada a ojos de alguien más.
Sentía mi corazón latir detrás de mis orejas cuando tomé el pomo de la puerta, y cuando la abrí ahí estaba otra vez aquel hombre de ojos marrones con sus largas pestañas. Me quede pasmada en la puerta, no sabía si tenía que dejarlo pasar, decirle algo o incluso si tenía que saludarlo.
Me moví solo unos cuantos pasos para abrirle el paso a la habitación de paredes beige claro, pero al mismo tiempo no sabía que es lo que yo misma estaba haciendo.
El solo entro unos cuantos pasos a la habitación y poso su mirada en mí, creo que buscaba alguna aprobación para poder adentrarse más allá que al pequeño recibidor que había después de pasar la puerta.
— Tu plato con comida está sobre el escritorio — Salió de mi en un tono tan frio que yo misma me sorprendí al saber todo el revuelo que mantenía dentro de mí.
Sus ojos tenían un tinte de desconfianza, así que solo lo guie por la habitación, aun sabiendo que todas las habitaciones de este piso tenían el mismo estilo.
Cuando se acerco al plato levanto el cobertor metálico.
— Esto se ve delicioso — Dijo mientras que se robaba una papa frita y se la llevaba a su boca para degustarla. — y si sabe delicioso — Levanto su vista de la comida y me regalo una sonrisa con un poco de vergüenza. — Lo siento, estoy hambriento, mi vuelo fue un poco largo y no he probado bocado desde esta mañana — Comento apenado.
— Si, te entiendo completamente — Al terminar la frase mi estomago se removió un poco haciendo el característico sonido de que ya era hora de digerir algún alimento, el problema fue que el sonido se escuchó un tanto fuerte y los ojos marrones del hombre se encaminaron a mi estomago para después subir a mis ojos, regalándome una mirada de sorpresa y otra sonrisa, pero esta vez pude ver sus dientes.
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Daylight - CSJ & MV (+21)
Romance- ¿Me amas? - Sentía su mirada clavada en la mía, como si quisiera saber mi respuesta sin la necesidad de contestar. - Yo... - No podía contestarle, no sabía que decirle. - Si te amo, pero no creo que mi amor por ti sea suficiente - Así sin más sa...