Clara poco a poco se va dando cuenta de los sentimientos que tiene encontrados hacia el hermano de su mejor amiga, pero sabe que aunque haga de todo va a ser imposible ya que él prácticamente la odia. O eso es lo que ella piensa...
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Como hoy era un día libre nada más decidimos ir a la playa con Jose, quisimos llamar a Blas para ir con nosotras pero cuando entré a su cuarto estaba completa dormido como una morsa.
Estábamos en la playa tomando un poco de sol hasta que escuchamos ciertas voces conocidas.
—Pero mira quienes están acá—
—Te me acercas dos pasos más Felipe, y te corto la cabeza— habla josefina a mi lado.
Ambas nos sentamos y vimos como Agus, Pipe y Juani junto a un rubio bastante blanco se nos acercaban.
—Holis chicas, soy Fran— dice presentándose mientras se acerca a nosotras y nos da un beso en el cachete a ambas para luego decir nuestros nombres presentándonos de la misma manera que el.
Los demás nos saludan de la misma forma pero obviamente Juani fue el que se quedó hablando o más que nada intentando chamuyarse a mi amiga.
—Es un caso perdido Juan, sabes que es la mas torta de todo pinamar— habla Blas apareciéndose detrás de mí.
—Viniste justo— digo dándome vuelta para mirarlo.
—Cuando se fueron me despertó el portazo que pegó Jose y justo me llegó un mensaje de Fran que venía para acá— responde.
—Ah si quién es ese Fran?— digo bajando la voz para que no nos escuchen.
—Es una amigo de una película que grabamos, es re copado y siento que te va a caer re bien— responde pasando un brazo por mis hombros.
—Contexto o consexo?— pregunta Agus apuntándonos.
—Que?— respondemos los dos al unísono.
—Porque ahora se llevan bien? Se bardeaban todo el tiempo— dice Juani.
—Nos llevamos bien porque si, cosas que pasan— habla Blas restándole importancia.
—Hasta a mí me lo contaron así por arriba, dudo de que haya pasado algo— habla Josefina levantando las cejas haciendo que Blas y yo nos pongamos rojos y riamos.
El resto de la tarde la pasamos en la playa, el agua estaba congelada pero por las insistencia de Josefina nos tuvimos que meter igual. Juani no paraba de ahogarnos a todos empezando así una pelea entre los siete. Josefina por medir un poco más 1,20 era la más fácil de ahogar y la que más se quejaba pero Blas, era imposible. Las cincuenta veces que intenté ahogarlo se me hacía imposible y lo único que él hacía era reírse de mi, para después ahogarme con una mano como si fuera la cosa más fácil del mundo.
